Las restricciones de agua en Andalucía se endurecen tras el verano: "ante la escasez de lluvias, hay que tomar medidas"
La casi por completa falta de lluvias de este verano, unido a la masificación de turistas en zonas de Andalucía, ha provocado que vuelvan a tomarse medidas restrictivas de agua. Descubre dónde y por qué.
Tras un verano muy seco en toda la comunidad de Andalucía, vuelven los problemas por la escasez de agua. De hecho, la Junta de Andalucía ha anunciado un endurecimiento de las restricciones de agua este mes de octubre, con medidas drásticas para afrontar una situación que amenaza tanto al consumo doméstico como a la agricultura, dos sectores clave para la región.
En Andalucía no llueve en abundancia desde Semana Santa
Hemos dejado ya atrás el verano de 2024, un verano que, desafortunadamente, ha sido uno de los más secos de las últimas décadas en Andalucía, con precipitaciones muy por debajo de la media histórica.
Lo peor de todo es que en esta comunidad no llueve de manera abundante desde Semana Santa. Al mismo tiempo, el consumo de agua ha ido aumentando debido a las altas temperaturas y al turismo, que dispara la población en provincias como Almería y Málaga.
Almería, por ejemplo, sólo cuenta con un 8% de reservas hídricas, mientras que Málaga alcanza apenas el 16%. Los embalses de Andalucía están por debajo del 30% de su capacidad, y las previsiones auguran un otoño poco lluvioso.
La sequía pone en peligro los cultivos
Ante esta situación, es obvio que la agricultura, clave para el empleo y la economía en Andalucía, es la que más sufre por la escasez de agua. Almería, con su producción intensiva en invernaderos, depende del riego, pero la falta de lluvias ha reducido drásticamente el agua disponible. Las restricciones actuales ya están agravando el problema, poniendo en riesgo cultivos como tomates, pimientos y pepinos, que abastecen tanto al mercado nacional como al europeo.
La situación en Málaga también es crítica, con los olivos afectados por la sequía, ya que, aunque son resistentes, necesitan agua para mantener su productividad. Esto afecta tanto la cantidad como la calidad de las aceitunas.
Por su parte, los agricultores critican la falta de infraestructura para gestionar eficientemente el agua y piden inversiones en sistemas de riego más eficientes y tecnologías de reutilización, alertando sobre posibles pérdidas económicas graves en una región tan dependiente de la agricultura.
El futuro pasa por adaptarse a un clima cada vez más seco
Entre las nuevas normativas de la Junta de Andalucía se incluyen restricciones más severas en el uso de agua para riego y en el abastecimiento urbano, así como la implementación de sanciones para quienes incumplan estas normas. Se espera que las restricciones afecten también a sectores como el turismo, especialmente en la Costa del Sol, donde el consumo de agua es elevado debido al número de visitantes y a las necesidades de las infraestructuras turísticas.
A nivel gubernamental, también se está trabajando en la construcción de nuevas desaladoras y en la mejora de la infraestructura existente para garantizar un suministro más estable de agua. Sin embargo, estas soluciones a largo plazo tardarán en materializarse, y los expertos advierten que, mientras tanto, Andalucía debe adaptarse a una realidad cada vez más marcada por la escasez de agua.
Es un hecho que el cambio climático está intensificando las sequías en el sur de España, y los meteorólogos prevén que las lluvias seguirán siendo escasas en los próximos años. Ante esto, ciudadanos y sectores económicos deberán adoptar un uso más eficiente del agua, con soluciones como modernizar los sistemas de riego, utilizar aguas recicladas en la agricultura y promover un consumo responsable del agua.