Las misteriosas y gigantescas ‘montañas’ que se encuentran en las profundidades de la Tierra
En análisis de un gran terremoto de 1994 sirvió para detectar unas misteriosas estructuras que recuerdan a las montañas de la superficie a 660 km de profundidad, siendo algunas más grandes que el Everest.
En una ubicación crítica, entre el núcleo metálico y el manto rocoso de la Tierra, se revela un sorprendente enigma geológico: las misteriosas "montañas" interiores. Esta transición, más drástica que el cambio entre roca sólida y aire, ha intrigado a los científicos durante décadas.
A pesar de encontrarse a miles de kilómetros bajo la superficie, estas elevaciones tienen una sorprendente influencia en nuestro planeta.
¿Qué son estas misteriosas "montañas"?
La detección de estas "montañas" subterráneas comenzó en 1996, cuando científicos estudiaron el límite entre el núcleo y el manto bajo el océano Pacífico. Utilizando ondas sísmicas generadas por terremotos, observaron un comportamiento inusual en el límite entre estas capas. La vasta cadena montañosa, variable y asombrosa, planteó numerosas incógnitas.
Algunos científicos sugieren sobre su origen que son partes del manto inferior sobrecalentado por su proximidad al núcleo incandescente, mientras que otros creen que podrían ser restos de la antigua corteza oceánica hundida hace millones de años.
La existencia de estas irregularidades bajo la superficie desafía algunas de estas teorías y agrega un nuevo nivel de complejidad al rompecabezas geológico. Hay quien cree que podrían estar detrás de la existencia de volcanes en lugares como Hawái, al crear vías o caminos muy calientes hacia la corteza.
La asociación de estas montañas con otras estructuras misteriosas, como las áreas de baja velocidad de corte, plantea interrogantes adicionales. Las teorías vinculan su origen con antiguas placas tectónicas deslizándose hacia el manto y extendiéndose lentamente para formar diversas estructuras.
Muchas preguntas sin respuesta
Algunas de las estructuras alcanzan los 40 km de altura, equivalentes a 4,5 veces la del Everest, mientras que otras tienen solo 3 km. Varias parecen más bien mesetas. Estas formaciones, encontradas alrededor del núcleo, se vinculan con misteriosas manchas cerca de África (llamada "Tuzo") y el Pacífico (conocida como "Jason").
Estas "montañas", primitivas y posiblemente de miles de millones de años, desafían nuestra comprensión. Su asociación con las placas tectónicas deslizándose hacia el manto y formando una variedad de estructuras, sugiere que podrían estar hechas de la antigua corteza oceánica, transformada por el intenso calor y la presión a lo largo del tiempo.
Se cree que son muy primitivas, posiblemente de miles de millones de años. Y nadie sabe qué son o cómo han llegado ahí, pero su proximidad a las cadenas montañosas ha llevado a la creencia de que están vinculadas de alguna manera. No obstante, la existencia de montañas de la Tierra profunda debajo de la Antártida podría contradecir esto. Queda mucho trabajo por delante para resolver este sorprendente enigma geológico.