Las intoxicaciones alimentarias aumentan en verano: 5 trucos para evitarlas
No somos del todo conscientes de que en verano es cuando más aumentan las intoxicaciones alimentarias, por lo que debemos tomar precauciones. Aquí te contamos por qué son más habituales en esta época, y te damos algunos consejos para evitar un disgusto.
El verano es un momento especialmente proclive a las intoxicaciones derivadas del mal estado de la comida. No hay nada enigmático tras ello, la gran mayoría de las bacterias proliferan mejor cuanto más calor hay. De hecho, entre los 30 y los 37 ºC encuentran la temperatura óptima para reproducirse.
Et voilà, ya tenemos aquí el verano, que además del consabido calor, es la época en la que resulta más complicado conservar los alimentos a una temperatura adecuada cuando los ingerimos fuera de casa, como por ejemplo en la playa, o si estamos todo el día fuera disfrutando de una excursión.
2 de cada 10 personas sufren un episodio anual de vómitos, diarrea o dolor abdominal
Varios estudios certifican que este tipo de intoxicación aumenta un 25% en verano, y aunque la mayoría de los casos se resuelven sin mayor problema, en el caso de los grupos de población más vulnerable, menores de 5 años y mayores de 65, puede derivar en algo más grave.
Es por eso que toda precaución que extrememos es poca, y por ello vamos a detallar estos cinco consejos que recomienda la Organización Mundial de la Salud.
Regula la temperatura del frigorífico
En primer lugar, regular la temperatura del frigorífico: lo ideal es que esté a 4 o 5 ºC como máximo. Cuando hagamos la compra, los productos que requieren frío normalmente deben meterse en la nevera en las dos horas siguientes a ser comprados. No es así en verano, que no deberíamos esperar más de una hora.
No se deben descongelar los alimentos a temperatura ambiente
Cuando queramos descongelar un alimento, meterlo con antelación en la nevera, y si no disponemos de tiempo, bajo el chorro de agua fría, o en el microondas. Si lo dejamos a temperatura ambiente, las bacterias se multiplicarán mucho más rápido.
Evitar la contaminación cruzada
Esto implica separar bien en nevera y congelador carnes, huevos, pescados y mariscos, sin que tengan contacto directo con verduras, frutas y restos de alimentos. Y sobre todo, no emplear el mismo cuchillo o tabla de cortar para carne o pescado y otros alimentos que consumimos crudos.
Es imprescindible cocinar los alimentos a más de 75 ºC
Aunque suena a obviedad, debemos cocinar los alimentos de forma adecuada. Eso significa someterlos a temperaturas por encima de los 75 ºC un mínimo de dos minutos. En el caso de comidas elaboradas con huevo crudo, como salsas, deberían ingerirse inmediatamente o depositar enseguida en el frigorífico.
Una buena higiene de manos siempre que vamos a manipular alimentos
Además de limpiar las superficies y todos los instrumentos que vayamos a utilizar. Y sobre todo, ojo con las bayetas y paños de cocina, porque son vehículos de transmisión de virus y bacterias. Lo mejor es cambiarlos a menudo.