Las Cuevas Árabes de Brihuega: kilómetros de cuevas subterráneas en un fascinante viaje al pasado

Descubre este impresionante laberinto subterráneo de unos 8 kilómetros de túneles, un reflejo de la maestría arquitectónica de la época musulmana y una experiencia única que combina historia, misterio y belleza.

Cuevas de Brihuega
Aunque esta localidad situada en Castilla La Mancha es más conocida por la floración de los campos de lavanda en julio, esconde un tesoro único de laberintos, galerías y túneles.

Hoy nuestro viaje nos lleva al corazón de la Alcarria, a un encantador pueblo castellano en cuyo suelo se oculta un mundo que parece detenido en el tiempo, un laberinto de piedra y silencio que guarda siglos de historia.

Un legado milenario bajo tierra que data del siglo X

Nos referimos a Brihuega, municipio castellano manchego enclavado en el valle de río Tajuña, que oculta un tesoro histórico: las Cuevas Árabes. Se trata de unas galerías que tienen sus raíces en el periodo de dominio musulmán en la Península Ibérica, alrededor del siglo X.

Fueron originalmente creadas con fines prácticos, como el almacenamiento de alimentos y agua, aprovechando la frescura natural del subsuelo. Con el tiempo sirvieron como refugios de guerra.

Los túneles están esculpidos directamente en la roca caliza, lo que les otorga una atmósfera única. Aunque su extensión total abarca unos 8 kilómetros, solo una parte de estas galerías es accesible al público.

Cuevas Árabes de Brihuega
Uno de los rincones más representativos de las galerías de las cuevas árabes.

En este recorrido se pueden observar galerías excavadas a mano, huecos para tinajas, ventanas que conectan pasadizos, refuerzos de sillares de caliza alcarreña y, como colofón, una impresionante galería descendente con arcos apuntados de gran valor arquitectónico.

Particularidades que no te puedes perder

Una de las características más interesantes de estas cuevas es su capacidad de regular naturalmente la temperatura, que se mantiene en unos 12º todo el año. En su interior, la temperatura se mantiene fresca y constante, por esto se usaban como almacenamiento en épocas pasadas. Además, algunos de los pasajes están decorados con inscripciones y detalles arquitectónicos que revelan la influencia árabe en su construcción.

El recorrido incluye explicaciones sobre los métodos de excavación utilizados por los antiguos musulmanes y sobre cómo las cuevas fueron adaptadas para diferentes usos a lo largo de los siglos. También se destacan las conexiones subterráneas con otros edificios históricos de Brihuega, como iglesias y castillos, que enriquecen aún más la experiencia.

Una visita llena de historia y apta para todos los públicos

Visitar estas cuevas es una experiencia única, y por supuesto apta para toda la familia, aunque quizá poco recomendable para quien sufra claustrofobia. El recorrido guiado dura aproximadamente 45 minutos, durante los cuales expertos narran la historia y las curiosidades del lugar.

La mejor época para explorar las cuevas es durante los meses de primavera y otoño, pues es cuando las temperaturas son más agradables. En cualquier caso, lo bueno no acaba en el subsuelo, pues tras el recorrido subterráneo se puede disfrutar de un paseo por las calles empedradas de Brihuega, visitar el Castillo de la Piedra Bermeja o degustar la gastronomía local en alguno de los restaurantes cercanos.