Las 6 playas con bandera negra de Cataluña por contaminación y mala gestión ambiental
El informe "Banderas Negras 2024" de Ecologistas en Acción destaca los principales problemas ambientales que tiene la costa catalana y señala las áreas más afectadas por la degradación y contaminación del litoral.
Del mismo modo que la ONG Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (ADEAC) publica cada año un listado con las playas con bandera azul por la calidad de sus aguas e instalaciones, Ecologistas en Acción presenta anualmente el informe "Banderas Negras 2024", un ranking de las peores playas que tiene nuestro litoral.
España tiene 48 banderas negras en todo su territorio
En su estudio, la organización ecologista ha otorgado este año 48 banderas negras a lo largo de los 8000 kilómetros de costa en España, que en su gran mayoría han sido otorgadas por sus problemas de gestión ambiental deficiente y contaminación excesiva.
Una de las coyunturas que destacan en primer lugar en su informe es la turistificación y la urbanización del litoral como uno de los mayores problemas ambientales. Por ello, con la iniciativa de las banderas negras, Ecologistas en Acción denuncia el abuso del espacio natural por veraneantes en muchas costas catalanas.
El problema de las embarcaciones privadas en la Costa Brava
El caso más flagrante es el de la Costa Brava, que abarca desde Blanes hasta Portbou. Allí el principal problema son las embarcaciones privadas que erosionan el entorno natural y dañan la biodiversidad marina debido a la falta de control de sus actividades. Las costas del Empordà y La Selva son las que se llevan la peor parte.
Según Ecologistas en Acción, algunas de estas embarcaciones invaden áreas reservadas para bañistas y violan la ley de costas. Además, el fondeo de estas embarcaciones perjudica las praderas de posidonia, y por ello varias playas de la zona se han ganado la bandera negra.
Cataluña tiene la playa más contaminada del país
Este informe destaca también otro grave problema ambiental en nuestras playas, y no es otro que la alta concentración de plásticos, especialmente pellets. Todos recordamos el vertido de este tipo de polímeros que hubo a principios de año en la costa gallega. Sin embargo, en Cataluña se encuentra el arenal más contaminado por pellets del país: la playa de la Pineda, en Tarragona.
La triste realidad es que este vertido provocado por la mala gestión de los residuos de las petroquímicas que hay en la zona no es un problema aislado, sino que afecta a prácticamente toda la Costa Daurada. Es por ello que Ecologistas en Acción reclama una regulación en torno a esta problemática, aunque de momento, sin éxito.
La costa del Maresme, excesivamente urbanizada
Otra zona especialmente masificada que le ha valido varias banderas negras es la costa del Maresme, que, aseguran, está demasiado urbanizada y artificializada, lo que la hace más vulnerable a la crisis climática y al calentamiento del Mediterráneo.
Esto aumenta el riesgo de daños importantes en el frente costero por temporales extremos o el aumento del nivel del mar, que a la larga puede implicar la desaparición de algunas playas.
Sant Adrià del Besòs, uno de los pocos rincones no urbanizados de Barcelona
Y del Maresme nos vamos cerca de Barcelona, concretamente a Sant Adrià del Besòs y su playa, que ostenta otra bandera negra. Y es que en las tres chimeneas de esta localidad hay un proyecto para construir un gran complejo de viviendas y oficinas, pese a que la mayoría de ciudadanos prefiere que se renaturalice la zona.
Bandera negra en playas de Tarragona y Girona por agresión medioambiental
Otra de las playas que curiosamente repite distintivo negro por segundo año consecutivo es La Savinosa, situada en Tarragona. El motivo no es por la mala calidad de sus aguas, sino porque consideran que el espacio se ha gestionado de la peor manera, pues está previsto pavimentar un camino que debería ser renaturalizado.
Por último, el informe de la entidad ecologista incluye una playa de Girona en su "lista negra", concretamente la playa de la Farella. Allí está previsto levantar allí un complejo de viviendas en el último pinar que hay en la costa de Llançà, que sobra decirlo, tiene un valor paisajístico y medioambiental incalculable.