Las 4 enfermedades que podrán ser tratadas con cannabis medicinal en España

El Gobierno español se ha abierto a la posibilidad de ampliar los usos terapéuticos del cannabis a patologías que no responden a tratamientos convencionales, y prepara ya un Real Decreto que es la esperanza para muchos pacientes ahora sin alternativas.

En España, personas afectadas por determinadas patologías se beneficiarán pronto de los usos farmacológicos del cannabis.

El cannabis es una droga que se extrae de la planta Cannabis sativa, con cuya resina, hojas, tallos y flores se elaboran las drogas ilegales más consumidas en España.

Hablamos del hachís (elaborado a partir de la resina almacenada en las flores de la planta hembra) y de la marihuana (obtenida de la trituración de flores, hojas y tallos secos).

Pero, a pesar de que está considerado un estupefaciente, el cannabis también contiene sustancias con una conocida actividad farmacológica que ya han sido probadas con éxito para tratar numerosas patologías.

Llegar a nuevos pacientes sin otras alternativas terapéuticas

Dos de los principales componentes activos del cannabis, el Delta-9-tetrahidrocannabinol (THC) y el cannabidiol (CBD), y también cannabinoides sintéticos como la nabilona, ya forman parte de medicamentos autorizados a nivel global, incluido nuestro país, dados sus beneficios terapéuticos.

Ahora, el Gobierno español trabaja en un Real Decreto para establecer las condiciones para la elaboración y dispensación de fórmulas magistrales de preparados estandarizados de cannabis.

El objetivo es llegar a pacientes a los que, hasta ahora, no les han funcionado otros fármacos ni terapias para afrontar las consecuencias de las enfermedades que padecen. Eso sí, seguirá existiendo una condición previa indispensable: no será un tratamiento de primera opción, sino la alternativa ante dolencias refractarias.

¿Qué significa refractario en medicina?

Con el término refractario aplicado a la medicina se describen situaciones o casos que no responden al tratamiento estándar o convencional. Este vocablo proviene del latín "refractarius", que se traduce como "resistente" o "inflexible".

Cuando esto sucede, los facultativos deben tomar en consideración nuevos protocolos de tratamiento o enfoques alternativos tras comprobar la ineficacia de la primera línea de intervención.

Porque, cuando un médico identifica que una determinada afección se resiste al tratamiento convencional, cabe valorar enfoques más radicales o invasivos, la combinación de terapias o la aplicación de nuevos fármacos y principios activos, como sucede ahora con el cannabis.

Las 4 patologías a las que pueden aplicarse los beneficios terapéuticos del cannabis, según Sanidad

Como hemos mencionado, en España, ya hay medicamentos que contienen THC, natural o sintético (Marinol) o CBD (Epidiolex) que se aplican en ciertas patologías en las que existe evidencia científica del beneficio terapéutico del cannabis y sus derivados.

Sanidad ha informado de que las patologías a las que se refiere el texto son la espasticidad por esclerosis múltiple con rigidez y espasmos musculares, las formas graves de epilepsia refractaria, las náuseas y vómitos por quimioterapia y el dolor crónico refractario.

Para estos casos, es posible recurrir a medicamentos de fabricación industrial que contienen, o bien extractos de cannabis con los principios activos THC y/o CBD, o bien cannabinoides sintéticos. El dolor crónico refractario es aquel que no se alivia con los tratamientos habituales, para el que aún no existen medicamentos basados en el cannabis que estén autorizados en nuestro país.

Por eso, lo que pretende el Gobierno es que, en estos supuestos, se puedan utilizar fórmulas magistrales tipificadas de extractos estandarizados de cannabis, que se prepararán en los servicios de farmacia hospitalaria, siempre bajo prescripción médica y la dirección de un profesional farmacéutico.

El cannabis, esperanza para otras enfermedades

Aparte de los usos ya autorizados, o los que lo serán en breve, los cannabinoides y sus derivados podrían ser una solución terapéutica para otras dolencias. Por ejemplo, el THC se ha utilizado en diversos ensayos clínicos para el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer, el síndrome del colon irritable o la dependencia a drogas, tales como el propio cannabis o los opioides.

La nabilona, un cannabinoide sintético análogo del THC, pero con un efecto más potente y duradero y que aún no está autorizado en España, se está probando en países como Australia, Canadá, Reino Unido o Irlanda para tratar la enfermedad de Parkinson.

El CBD, por su parte, también está siendo probado como agente terapéutico en ensayos clínicos frente a la psicosis o la dependencia a las drogas como el tabaco, la cocaína o la heroína.

Por último, cabe mencionar los nabiximoles, extractos normalizados de hojas y flores de Cannabis sativa, que están siendo estudiados como posible terapia frente al dolor crónico asociado a patologías como el cáncer o la artritis reumatoide.