Llegan las Perseidas... ¡y serán las mejores en años!
Como cada mes de agosto, ya tenemos aquí la lluvia de estrellas más famosa: las Perseidas o también denominadas lágrimas de San Lorenzo. Este año la Luna no molestará. Solo falta que la meteorología nos acompañe.
No hay nada más bonito que salir a dar un paseo de noche, observar el cielo y ver una estrella fugaz. A veces nos llegan a sorprender tanto que no somos capaces ni de pedir un deseo de lo impresionantes que son. Hay que estar siempre atento al cielo nocturno porque está lleno de sorpresas.
Uno de los grandes acontecimientos astronómicos del verano es la lluvia de estrellas más famosa del año: las Perseidas. Para verlas no es necesario, más aún, se desaconseja, cualquier tipo de instrumento óptico, tal como telescopios o prismáticos. Se necesita un campo de visión lo más amplio posible, así tendremos más posibilidades de verlas a simple vista.
Muchos son los motivos que hacen que las lágrimas de San Lorenzo sean la mejor lluvia de estrellas del año. El primero es la temperatura. A lo largo del año hay muchas lluvias de estrellas, como las Leónidas, otra de las favoritas de muchos, pero el frío es tal que hace difícil estar al aire libre. En verano ya es otra cosa. El segundo es la ausencia de nubes. Ahora no suele haber muchas. Y el tercero es el número de estrellas fugaces que se ven, llegando a casi 100 por hora.
Por qué este año son tan especiales
El pico máximo de Perseidas tiene lugar entre las noches del 11 al 13 de agosto. Este año va a coincidir con la Luna en fase menguante. De hecho el día 13 estará iluminada solo un 38%. ¿Por qué es tan importante esto? Porque nuestro satélite molesta.
Todas las lluvias de estrellas tienen dos grandes enemigos: la Luna y las nubes. Empecemos por la Luna. Por mucho que nos guste su presencia y siempre la busquemos en el cielo, es un gran estorbo para una buena observación del cielo nocturno porque deslumbra. A veces brilla tanto que en el bosque no hace falta linterna. Cuando nos alejamos de la contaminación lumínica y hay Luna llena, puede impedirnos ver hasta la Vía Láctea. Así que este año no será un impedimento.
Luego tenemos el tema de las nubes. Si durante la noche tenemos nubes en el cielo, por muy finas que sean, harán que la observación de las estrellas fugaces sea imposible. Cruzaremos los dedos para que las nubes no nos incordien este año. Esto ya sería mala suerte en esta época.
Qué son exactamente las Perseidas
Las Perseidas son partículas muy pequeñas, algunas incluso más que granos de arroz, que se desintegran al cruzar la atmósfera a gran velocidad. Desde la superficie las vemos en forma de meteoros. Pero esto solo pasa cuando la Tierra cruza la zona del espacio donde hay restos del cometa Swift-Tuttle.
El nombre que adquiere esta lluvia de estrellas se debe a que estas “lágrimas” tienen como radiante la constelación de Perseo. Eso quiere decir que todas parecen venir de esta constelación. Para nuestra observación esto no es relevante. No hace falta buscarla en el cielo porque pueden verse en cualquier punto, lo único que notaremos que es que el sentido de su movimiento tiene como origen esa constelación.
No hace falta esperar al día 11 para verlas. Una lluvia de estrellas no es un fenómeno que tenga una hora de inicio y otra final. Desde hace semanas ya se pueden ver algunas Perseidas, aunque es cierto que pocas. Y se seguirán viendo durante bastantes días después del 13. Así que no hay que perder el tiempo.
Cómo podemos fotografiarlas
Cualquiera que tenga una cámara réflex y un trípode puede capturar una estrella fugaz. Lo primero, y muy importante, es alejarnos de la contaminación lumínica. Puede parece una tontería, pero con la sensibilidad que tienen las cámaras de fotos, el resultado puede llegar a ser desastroso en la fotografía, con lados de la imagen más iluminados o velados que otros, y con colores muy extraños. Como es lógico también, tenemos que esperarnos a que el cielo esté totalmente oscuro.
Para fotografiar una Perseida, al no saber exactamente dónde va a caer, necesitamos realizar una foto de larga exposición y con un gran campo de visión. Dependiendo del modelo de cámara podemos programar el número de segundos que queramos y el cielo nos permitirá más o menos exposición. Muchos preferimos la opción “bulb”, marcada como “B” en muchas cámaras. Esto quiere decir que mientras está pulsado el disparador, el obturador está abierto.
Un disparador a distancia con cable o remoto nos pondrá las cosas más fáciles. Tocará jugar con el ISO, subiéndolo si es necesario, pero no demasiado para que no se aprecie el grano, y finalmente abrir todo lo que podemos el diafragma del objetivo. Después ya es todo cuestión de suerte.