La violenta explosión hidrotermal en Yellowstone podría haber creado un nuevo géiser, según los geólogos de EE. UU.
La explosión hidrotermal en Yellowstone el pasado 23 de julio estuvo cerca de herir a los turistas en la zona. Ahora los geólogos estudian sus causas y creen que como resultado se puede haber generado un nuevo géiser.
La semana anterior un géiser entró en explosión hidrotermal en el Parque Nacional de Yellowstone disparando agua y restos de roca hasta 180 metros de altura que estuvo cerca de herir a los turistas que circunstancialmente estaban en el área. Los científicos detectaron que la intensidad y altura de la erupción fue seis veces mayor de lo que se había informado inicialmente.
Ahora, tal como explica Live Science, los geólogos del Observatorio Volcánico de Yellowstone (YVO) calcularon la altura del penacho examinando fotos publicadas en las redes sociales. También lograron determinar el lugar y la profundidad de la erupción, que se produjo el 23 de julio en Black Diamond Pool, en Biscuit Basin, a unos 3,2 kilómetros al noroeste del famoso géiser Old Faithful.
La erupción fue totalmente repentina y según Michael Poland, físico investigador del Servicio Geológico de EE. UU. y científico encargado de la YVO "los instrumentos de vigilancia no detectaron ningún precursor". Los dichos de Poland fueron publicados en el Yellowstone Caldera Chronicles, un informe semanal publicado por el United States Geological Survey (USGS) en colaboración con YVO. Nadie resultó herido, escribió, pero "la explosión dañó gravemente el paseo marítimo cercano, y la cuenca permanece cerrada mientras los geólogos evalúan la actividad".
Explosión muy superficial
Después de la explosión, los investigadores analizaron los fragmentos de roca expulsados en y descubrieron que estaban formados por materiales glaciares, areniscas, limolitas y gravas que se encuentran justo bajo la superficie.
La erupción no arrojó ningún lecho rocoso enterrado a unos 50 metros de profundidad, lo que indica que la explosión fue extremadamente superficial. Las erupciones superficiales de géiseres son frecuentes en Yellowstone, se indicó oficialmente.
El daño resultante fue pequeño comparado con lo que podría haber sido. Por suerte la explosión disparó en gran medida los escombros hacia el río Firehole y lejos del paseo marítimo cercano, donde se encontraban los turistas en el momento de la erupción. La roca más grande que se confirmó que había sido expulsada por la erupción pesaba varios cientos de kilos, pero cayó lejos de los visitantes.
Las causas de la súbita explosión posiblemente ha sido un atasco en el sistema hidrotermal subterráneo bajo la cuenca de Biscuit. Se explicó que los depósitos minerales en las "tuberías" de agua que discurren por debajo de Yellowstone y alimentan sus géiseres pueden bloquear el paso del vapor y el agua caliente. Las obstrucciones provocan una acumulación de presión que puede superar la fuerza de las rocas circundantes y desencadenar una explosión.
Investigan cómo seguirá el proceso
Michael Poland indicó que “la erupción probablemente desvió el sistema de tuberías hidrotermales poco profundas de Biscuit Basin, y no está claro qué ocurrirá a continuación". Al desplazar la tierra bajo la superficie, la explosión puede haber devuelto la zona a un estado más tranquilo, o puede haber creado un nuevo géiser. Aun se está investigando para conocer el proceso con exactitud.
De momento se desconoce cómo responderán las características térmicas pero, tal como Poland expresó, "los datos que los geólogos están recogiendo de los restos de la explosión proporcionarán aún más detalles sobre las condiciones exactas en el momento del suceso". En realidad Yellowstone es un supervolcan ubicado en el noroeste del estado de Wyoming, en Estados Unidos. Cubre una superficie de 52 x 72 km. Su caldera se formó durante la última de las tres supererupciones que se produjeron a lo largo de los últimos 2,1 millones de años.
Yellowstone es un volcán reciente en la era geológica, ya que se creó durante una supererupción que ocurrió hace 640 000 años. El término “supervolcán” se utiliza para describir los campos volcánicos que producen erupciones volcánicas excepcionalmente grandes. Una erupción de ese tipo en la actualidad resultaría globalmente catastrófica. Por ejemplo, la supererupción de la caldera de Island Park en Yellowstone de hace 2,1 millones de años, fue la más grande y produjo 2500 veces más ceniza que la erupción del Monte Santa Helena en 1980.