La trashumancia en España y la técnica del vidrio soplado ya son Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad
La UNESCO reconoce la importancia de la práctica del pastoreo estacional por su valor histórico y cultural, que desempeña un papel crucial en la preservación del medio ambiente. También se ha otorgado el reconocimiento a la técnica del vídeo soplado
Probablemente ha atravesado más de una vía pecuaria sin saberlo. Bajo el asfalto de muchos pueblos y capitales de provincia españolas perduran tramos de cañadas reales de uso tradicional para el paso de ganado.
El caso más peculiar es el de Madrid donde, cada año, con motivo de la fiesta de la trashumancia, más de un millar de ovejas merinas y cabras retintas toman la capital de España para recorrer la calle Mayor, la Puerta del Sol, la plaza. de Cibeles o el paseo de La Castellana.
Ahora, el comité de la UNESCO reunido en Kasene ( Botsuana), en una candidatura internacional compartida con Albania, Andorra, Croacia, Francia, Luxemburgo y Rumanía, ha decidido que la trashumancia española sea Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Estos países se suman así a Austria, Grecia e Italia, que ya disfrutaban de ese reconocimiento.
125.000 kilómetros de vías peculiares cubren todo el territorio peninsular y de las islas en España
La trashumancia es una antigua práctica de pastoreo que implica el desplazamiento, a lo largo del año, de rebaños de ovejas, cabras o ganado vacío entre diferentes regiones, en busca de pastos frescos y de mejores condiciones climáticas.
En España, esta tradición tiene profundas raíces históricas y ha sido fundamental en la economía rural y en la cultura de muchas regiones, especialmente en Castilla y León, Extremadura, Aragón o Andalucía.
Desde que fueron reguladas por edicto real de Alfonso X el Sabio en 1273, durante siglos, se han desarrollado veredas (anchura no superior a los 20 metros), cordeles (máximo 37,5 metros) y cañadas (hasta los 75 metros), como los caminos o rutas que conectaban estas áreas de pastoreo estacional.
Hoy, España cuenta con 125.000 kilómetros de vías pecuarias que cubren todo el territorio peninsular y de las islas, lo que pone de manifiesto que la trashumancia es una práctica extendida por todas las comunidades autónomas. Hagamos un repaso de algunas de las más importantes.
Cañada Real Leonesa oriental
Con unos 700 kilómetros de longitud, parte de la localidad de Riaño, en la provincia de León, y cruza la región de Castilla y León hasta llegar a la localidad de Montemolín, en la provincia de Badajoz.
Atraviesa pueblos y ciudades como Aguilar de Campoo (Palencia ), Palencia, Valladolid , El Espinar (Segovia), El Tiemblo (Ávila), Almendral de la Cañada (Toledo) o Valdecaballeros (Badajoz).
Cañada Real Segoviana
También conocida como Cañada Real de Merinas, esta vía medieval que se utilizaba para el transporte de mercancías y ganado tiene unos 500km de longitud. Comienza en la localidad de Cinco Villas (La Rioja), y concluye en Granja de Torrehermosa (Badajoz).
Su trayecto discurre por las provincias de Soria, Burgos y Segovia, bordea la ciudad de Madrid y se adentra en Castilla La Mancha hacia Extremadura, pasando por localidades como Aranda de Duero (Burgos), Cerezo de Abajo (Segovia), Navalcarnero (Madrid), Valmojado (Toledo), Horcajo de los Montes (Ciudad Real) o Monterrubio de la Serena (Badajoz).
Cañada Real de La Plata
Comienza en Trujillo (Cáceres), donde confluyen varias cañadas. De ahí parte hacía el norte para internarse en las sierras del Parque Nacional de Monfragüe. Cruza el río Tajo por el puente de El Cardenal, bordea Malpartida de Plasencia hasta el río Jerte, para remontar hacía el puerto de Béjar.
Continúa su camino hacia el río Tormes en Salamanca y el río Duero en Zamora. Desde allí parte hacia Astorga, donde se divide en los cordeles de Babia de Abajo, de Babia de Arriba y de Laciana, permitiendo el acceso a los ganados a los puertos más conocidos de la Cordillera Cantábrica occidental.
Una práctica en declive que merece ser preservada.
Con el paso del tiempo y los cambios en la economía y la sociedad, la trashumancia ha experimentado un declive. Factores como la urbanización, la mecanización agrícola y la industrialización del sector ganadero, han afectado a esta práctica.
Actualmente quedan menos de 100.000 pastores de ovejas y cabras en España. Se enfrentan a grandes dificultades para mantener esta tradición debido a los costos, la falta de apoyo y la competencia con otras formas de producción, lo que no garantiza el relevo generacional. Sin embargo, la trashumancia es importante por varias razones.
Conservación del medio ambiente
Al implicar el movimiento estacional de ganado a través de diferentes territorios, contribuye a la gestión sostenible de los pastizales, evitando su sobreexplotación.
También ayuda a mantener la diversidad de flora y fauna, gracias a que el ganado dispersa semillas y conecta ecosistemas. Y contribuye a mitigar el cambio climático, fijando carbono en el suelo y previniendo incendios.
Preservación del paisaje
La trashumancia ha moldeado el paisaje español y ha dejado una huella cultural significativa en muchas regiones. Las rutas trashumantes, los caminos y las tradiciones asociadas con esta práctica forman parte del patrimonio cultural e histórico de España.
Economía rural
Aunque su importancia económica ha disminuido, aún puede ser relevante para ciertas zonas rurales en términos de turismo rural, generación de ingresos para los pastores y las comunidades locales, y conservación de empleos relacionados con esta actividad. Además, representan un modelo sostenible de producción de alimentos.
Conocimiento tradicional y cultural
De generación en generación, la trashumancia ha transmitido conocimientos especializados sobre el manejo del ganado, los ciclos naturales o las condiciones del terreno, entre otros aspectos, que representan una riqueza cultural y un legado de sabiduría ancestral.
La declaración de la Unesco supone ahora un espaldarazo para su preservación, que debe venir acompañada de la intensificación de programas de apoyo y conservación para mantener vías pecuarias, de la promoción del turismo rural y de acciones que resalten el valor cultural y medioambiental de esta antigua. tradición ganadera.
Reconocimiento de la UNESCO para la técnica del vidrio soplado en España
La UNESCO también ha decidido inscribir la técnica del vidrio soplado en España en la Lista de Manifestaciones Representativas del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Reconoce, así, los conocimientos, técnicas artesanales y habilidades en la fabricación de vidrio, en otra candidatura internacional de la que también forman parte Chequia, Finlandia, Francia, Alemania y Hungría.
España conserva grandes centros de producción de vidrio elaborado mediante esta técnica, vigentes desde hace más de tres siglos. Los más importantes son el Centro Nacional del Vidrio de La Granja en Segovia o los Vidrios Gordiola en Mallorca.
Además, existen cerca de 140 talleres de artesanos y artistas en todo el territorio nacional que se afanan en revitalizar y visibilizar un conjunto de valores históricos, tecnológicos y artísticos que merecen ser preservados.