La SEAIC advierte: esta primavera trae un aumento de polen sin precedentes. ¿Por qué los alérgicos deben prepararse?
No, no es solo tu impresión: este año el polen viene con ganas en España, según los alergólogos. Pero, ¿por qué? Lo explicamos con datos y te damos algunos consejos para sobrellevar mejor la alergia.

Resulta que la naturaleza tiene su propia versión del "efecto mariposa" y lo que pasa en invierno no se queda ahí. Este año hemos tenido temperaturas más suaves, especialmente invierno, y lluvias muy cuantiosas en las últimas semanas. ¿El resultado? Una vegetación que ha crecido mucho y muy rápido y, con ella, un festival de polen para las plantas.
Pero aquí no acaba la historia. El cambio climático también tiene algo que decir. Con temperaturas más altas y estaciones más largas, las plantas polinizan durante más tiempo y en mayor cantidad. Vamos, que la primavera de ahora no es la de hace 20 años: los periodos de polinización se adelantan y se alargan. Y como guinda, la contaminación también empeora la situación, porque las partículas en el aire pueden hacer que el polen sea más agresivo para nuestro sistema respiratorio.
Además, hay otro factor a tener en cuenta: el efecto de la urbanización. Las ciudades, con su menor biodiversidad y mayor número de plantas ornamentales seleccionadas por su resistencia (y muchas veces altamente alergénicas), crean un entorno donde los alérgenos se concentran más. Y si a eso sumamos el aumento de emisiones de CO₂, que estimula la producción de polen en algunas especies, tenemos la receta perfecta para una primavera complicada.
¿Cada vez hay más alérgicos o es solo una impresión?
Sí, es cierto. Según diversos estudios epidemiológicos, la prevalencia de las alergias ha ido en aumento en las últimas décadas. Se estima que en algunos países hasta el 40% de la población sufre algún tipo de alergia, y dentro de ellas, la alergia al polen es una de las más comunes.

¿Por qué ocurre esto? No hay una única causa, pero los científicos han identificado varios factores clave.
- Mayor exposición a alérgenos: como mencionamos antes, el cambio climático y la contaminación han incrementado la cantidad y agresividad del polen en el ambiente.
- La hipótesis de la higiene: esta teoría sugiere que, al vivir en entornos más limpios y con menos exposición a microbios en la infancia, nuestro sistema inmunológico no se entrena lo suficiente y reacciona exageradamente ante sustancias inofensivas como el polen.
- Dieta y microbiota intestinal: se ha descubierto que la composición de nuestras bacterias intestinales puede influir en la regulación del sistema inmune. Una dieta baja en fibra y alta en alimentos ultraprocesados podría contribuir al aumento de enfermedades alérgicas.
- Factores genéticos y epigenéticos: aunque la predisposición genética juega un papel, se ha visto que el ambiente y los cambios en nuestro estilo de vida pueden activar o desactivar ciertos genes relacionados con las alergias.
Cada vez hay más personas alérgicas, y no es solo una percepción. La combinación de factores ambientales y cambios en nuestros hábitos de vida han disparado la incidencia de las alergias respiratorias en las últimas décadas.
¿Cómo podemos llevar mejor la alergia esta primavera?
Si eres alérgico, ya sabes que la primavera puede convertir cualquier plan al aire libre en una sesión intensiva de estornudos y ojos llorosos, y más si se cumplen las previsiones de la SEAIC para los próximos meses. Pero que no cunda el pánico, porque hay estrategias que pueden ayudarte a sobrellevarlo mejor.
- Consulta el calendario polínico: saber cuándo y dónde hay más polen te permitirá anticiparte. En muchas ciudades hay apps y webs que informan en tiempo real: por ejemplo, nuestro visor de mapas.
- Ventanas cerradas en las horas clave: entre las 5 y las 10 de la mañana y al atardecer el polen está en su apogeo. Mejor ventila en otros momentos.
- Lava la ropa y el pelo con frecuencia: el polen se adhiere a la ropa y el cabello, así que, al llegar a casa, un cambio de ropa y una ducha pueden marcar la diferencia.

- Evita secar la ropa al aire libre: si no quieres convertir tu camiseta en una trampa de polen, mejor usa la secadora o tiéndela dentro de casa.
- Gafas de sol, tres en uno: protegen los ojos del sol, del polen y reducen la irritación. Y si proteges los ojos, hazlo con los pulmones, las mascarillas FFP2 serán de gran ayuda, filtran lo que inhalas.
- Coche con ventanillas cerradas y filtro antipolen: si conduces, asegúrate de tener el filtro en buen estado y usa el aire acondicionado en modo recirculación.
- Medicación preventiva: si tu alergólogo te ha recomendado antihistamínicos, mejor tomarlos antes de que los síntomas sean inaguantables. No esperes, son para eso.
Si tienes suerte y puedes vacunarte... ¡no lo dudes!
La primavera no es tu enemiga (o sí)
Sí, este año el polen viene con fuerza, pero con una buena estrategia puedes minimizar el impacto en tu día a día.

Recuerda que no estás solo: la ciencia sigue avanzando para mejorar los tratamientos, y mientras tanto, intentemos sobrevivir a esta temporada sin parecer un personaje de dibujos animados con la nariz roja e hinchada.
Así que ánimo y que la primavera nos sea leve. ¡Nos vemos en el próximo estornudo!