"La Puerta del Infierno" es cada vez más grande y es muy preocupante: ya es el mayor megacolapso de la Tierra

El cráter de Siberia se está derrumbando, y esto es una muy mala noticia, porque libera miles de toneladas de CO2 a la atmósfera cada año.

Puertas del Infierno Batagaika Siberia
Entre 2010 y 2024, la "Puerta del Inframundo" creció de 1 km de largo y 100 m de profundidad a más de 2 km de largo y 1 km de ancho.

La "Puerta al Infierno" es el apodo que recibe el cráter Batagaika, situado en el noreste de Siberia. Cada año, el inmenso abismo, visible desde el espacio, crece... ¡a causa del calentamiento global! ¿Él otra vez? En cualquier caso, esto es lo que revela un estudio publicado en la revista Geomorphology. Los científicos incluso hablan del “mayor megacolapso de la Tierra”.

Los efectos del calentamiento global en el permafrost

El cráter Batagaika se está derrumbando sobre sí mismo, debido al deshielo del permafrost. Este es el suelo permanentemente helado de las regiones árticas. Debido al aumento de la temperatura global general, el permafrost se está derritiendo y formando barrancos en los contornos de la brecha. Según los investigadores, cada año se derrite un millón de metros cúbicos de agua y arena, congeladas en hielo.

La falla se formó en los años 1970. Hasta 2023, los sucesivos deslizamientos de tierra han arrastrado "23,4 millones de metros cúbicos de hielo derretido y 11,3 millones de metros cúbicos de depósitos descongelados". Desafortunadamente, esta mezcla de agua y arena descongelada libera mucho (¡demasiado!) CO2. “Cada año se liberan entre 4000 y 5000 toneladas de carbono orgánico previamente atrapado en el permafrost”, informan los autores del estudio.

“El permafrost es un milhojas de materia orgánica rica en carbono, compuesto de residuos vegetales que han quedado atrapados allí por las heladas durante cientos de años”, explica Antoine Séjourné, geomorfólogo. Estos residuos multicentenarios, una vez liberados del hielo, se descomponen y eventualmente liberan carbono.

“En las regiones árticas, donde la temperatura puede ser de -50 °C en invierno, el termómetro puede superar los 30 °C en verano, lo que tiende a derretir la superficie del suelo hasta aproximadamente 1 m de profundidad”, explica François Costard, especialista en regiones periglaciales y también geomorfólogo del CNRS. Antes de añadir “pero el calentamiento global ha acelerado esta tendencia en los últimos años al calentar más profundamente el permafrost”.

Un fenómeno imparable

Los autores advierten que "la intensificación de los procesos de degradación del permafrost está ligada a cambios en los regímenes hidrológicos y térmicos del Ártico a través del calentamiento, el aumento de las precipitaciones y el espesor de la capa de nieve, lo que induce una profundización de la capa estacionalmente descongelada que cubre el permafrost" .

Los dos geomorfólogos coinciden en que el "fenómeno es imparable"... "Se trata de uno de los megacolapsos más importantes de la Tierra, la situación es alarmante porque el hundimiento del terreno se acelera de forma incontrolable", afirma el investigador del CNRS. “Desgraciadamente no podemos hacer lo mismo que en algunos glaciares de los Alpes, donde instalamos lonas blancas para evitar que todo se desmorone”, continúa Antoine Séjourné.

Y advierte: “El permafrost global contiene el equivalente a 1500 gigatoneladas de carbono, es decir, el doble de la cantidad de dióxido de carbono presente actualmente en la atmósfera, explica el geomorfólogo. Si el 10 % del carbono atrapado en este permafrost se liberara en 2100, Esto provocaría 0,5 °C adicionales de calentamiento".

Si no hacemos nada para frenar el calentamiento global, corremos el riesgo de abrir la "Puerta al Infierno" de verdad...

Referencia de la noticia:
LeParisien