La OMS alerta de un brote de ántrax, ¿cómo se contagia esta enfermedad letal?
En Zambia ya han sido confirmadas cuatro muertes y hay 1.116 casos sospechosos. Existe un alto riesgo de que, si no se pone en marcha un plan de emergencia, se extienda rápidamente y traspase las fronteras de los países vecinos.
El riesgo para la salud humana por una nueva epidemia por ántrax es alto. Es la advertencia que acaba de lanzar la Organización Mundial de la Salud (OMS) tras el brote declarado en Zambia el pasado 1 de noviembre y que ha causado, al menos, cuatro muertes y 1116 casos sospechosos.
Aunque este brote no se notificó hasta hace sólo unas semanas, los primeros casos se detectaron en mayo de este año en el distrito sureño de Sinazongwe, donde un gran número de animales salvajes y domésticos murieron en la misma área.
Se trata de la situación más grave desde 2011, cuando fueron reportados 511 casos sospechosos. Si no se establece rápidamente un plan de emergencia, el brote podría extenderse a otros países como Angola, Zimbabue, Mozambique, República Democrática del Congo, Botsuana, Malaui, Namibia, Tanzania o Uganda.
¿Qué causa el ántrax?
El ántrax es una enfermedad infecciosa causada por la bacteria Bacillus anthracis, que forma esporas aeróbicas extremadamente duraderas, lo que le permite sobrevivir durante largos períodos en el suelo (reservorio telúrico) y en materiales como la lana o la piel de los sujetos infectados.
Afecta principalmente a animales con pezuñas, como ganado vacuno, ovejas, cabras, camellos y antílopes, pero también puede desarrollarse en los seres humanos. Existen cuatro formas principales de infección por ántrax en humanos:
Ántrax cutáneo
Es la forma más común y ocurre cuando la bacteria entra en contacto con la piel a través de cortes o abrasiones. Se caracteriza por la aparición de una úlcera cutánea cubierta por una costa negra, que se desarrolla generalmente entre 1 y 7 días después de la exposición.
Aunque es la modalidad menos peligrosa, la infección puede diseminarse a los ganglios linfáticos y al torrente sanguíneo. Sin el tratamiento adecuado, hasta el 20% de las personas con ántrax cutáneo corren riesgo de muerte.
Ántrax inhalatorio o pulmonar
Es el tipo más letal de ántrax. Se produce cuando se inhalan esporas procedentes de animales infectados, por lo que las personas que trabajan en plantas procesadoras de lana y de curtidos o en mataderos son las más expuestas. El ántrax inhalatorio se inicia principalmente en los ganglios linfáticos antes de distribuirse por el resto del cuerpo y causar colapso pulmonar. La infección suele desarrollarse una semana después de la exposición, pero puede demorarse hasta dos meses.
Sin tratamiento, sólo alrededor del 10 al 15% de los pacientes con ántrax pulmonar sobreviven. Con un tratamiento agresivo a base de antibióticos administrados por vía intravenosa, principalmente ciprofloxacina, doxiciclina o levofloxacina, este porcentaje aumenta hasta el 55%.
Ántrax gastrointestinal
Se contrae al ingerir carne contaminada con esporas de ántrax, que pueden afectar el tracto gastrointestinal superior (garganta y esófago), al estómago o a los intestinos, causando síntomas como dolor abdominal, diarrea y fiebre. La infección se desarrolla generalmente entre 1 y 7 días después de la exposición. Sin tratamiento, más de la mitad de los pacientes con ántrax gastrointestinal muere. Con el tratamiento adecuado, el 60% de los pacientes sobrevive.
Inyección de heroína
Recientemente se han descubierto casos de infección por ántrax mediante la inyección de heroína, por agujas contaminadas por esporas del Bacillus anthracis. De momento, estos casos se circunscriben al norte de Europa.
El ántrax es una zoonosis, es decir, una enfermedad contagiada por animales. A diferencia de otras patologías, como la gripe o el Covid, no se puede contraer por contacto con personas infectadas. Sólo en casos esporádicos se ha informado la transmisión de ántrax cutáneo de persona a persona, cuando las secreciones de la piel lesionada pueden ser infecciosas.
En España también conocido como carbunco, se encuentra en muchas partes del mundo. Se estima que en el mundo se producen entre 2000 y 20.000 casos humanos por año.
Las áreas de mayor prevalencia son África, donde es una enfermedad endémica y estacional que registra un pico en los meses de otoño, Medio Oriente (principalmente Irán), Asia (especialmente Turquía), América del Sur y Este de Europa (sobre todo en Albania y Georgia).