La NASA hace un descubrimiento sorprendente durante el sobrevuelo de un asteroide
La misión Lucy de la NASA ya ha realizado un asombroso descubrimiento sobre un cuerpo celeste situado en el cinturón de asteroides de nuestro sistema solar. ¿Qué ha encontrado?
La misión Lucy, lanzada por la NASA hace dos años, estudia varios asteroides de nuestro sistema solar. Durante su sobrevuelo del asteroide Dinkinesh, la sonda espacial hizo un descubrimiento sorprendente: ¡el asteroide tiene un "hermano pequeño"!
¿En qué consiste la misión Lucy?
La sonda espacial que lleva a cabo la misión Lucy fue enviada al espacio en 2021. Tiene una masa de 1,5 toneladas y adopta la forma de un paralelepípedo de 1 a 2 metros de lado que soporta dos paneles solares circulares de 7 metros de diámetro, lo que le permite abastecerse de electricidad durante su viaje.
El objetivo de la sonda es estudiar 6 asteroides troyanos del planeta Júpiter, lo que la convierte en la primera nave espacial que lleva a cabo esta misión. Estos asteroides en órbita alrededor del gigante gaseoso se habrían situado inicialmente en distintas partes del sistema solar, incluidos algunos en el cinturón de Kuiper, más allá de los planetas exteriores. A continuación, habrían sido "capturados" por Júpiter durante los primeros instantes de nuestro sistema solar, según el modelo de Niza de formación del sistema solar.
Así pues, estos asteroides serían auténticos fósiles de la formación temprana del sistema solar y, por tanto, su estudio resultaría especialmente interesante para los astrónomos, ya que están compuestos por materiales primitivos que se agregaron hace varios miles de millones de años.
En particular, su estudio permitirá mejorar nuestros conocimientos sobre los asteroides llamados "troyanos" y, de forma más general, adquirir nuevos datos sobre los primeros cuerpos creados durante la formación del sistema solar. El objetivo final sería también validar el modelo de Niza o, en su defecto, aportar elementos para establecer un nuevo modelo de formación de nuestro sistema solar.
Sin embargo, la sonda de la misión Lucy no alcanzará estos asteroides antes de 2027 y 2033, ya que le queda un camino especialmente largo para llegar hasta ellos. Mientras tanto, la sonda recorre el cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter, lo que le permite probar sus instrumentos en varios cuerpos celestes preseleccionados antes de su misión principal en la próxima década. Las primeras pruebas han sido concluyentes, y la sonda espacial ya ha realizado su primer descubrimiento.
Así fue el increíble hallazgo
Una de las primeras pruebas de la misión iba a tener lugar durante un sobrevuelo del asteroide Dinkinesh, un cuerpo celeste de casi 800 m de ancho situado en el cinturón de asteroides que los científicos ya habían avistado anteriormente.
La sonda sobrevoló el asteroide 430 km por encima de su superficie a más de 16000 km/h y pudo captar imágenes del mismo utilizando su sensor LORRI, abreviatura de "Lucy Long Range Reconnaissance Imager", una cámara basada en el diseño de la lente del telescopio espacial Hubble. Este sensor es pancromático, lo que significa que puede captar la luz de todo el espectro visible, proporcionando imágenes nítidas desde una distancia de más de 1000 km.
Las imágenes revelaron rápidamente algo que los científicos no esperaban. El asteroide Dinkinesh no es un único cuerpo celeste de 790 m de diámetro, sino un sistema formado por dos asteroides: el principal mide más de 500 m de diámetro y un satélite de unos 220 m gira a su alrededor.
Se trata de un descubrimiento muy interesante en el estudio de los asteroides, y nos recuerda que aún nos queda mucho por aprender sobre estos cuerpos errantes de nuestro sistema solar. Además, ha supuesto una prueba más que concluyente para la sonda espacial, ya que todos sus instrumentos han funcionado como se esperaba y ya han podido aportar algunas imágenes magníficas e inesperadas.
Aún queda un largo viaje
A continuación, la sonda realizará una segunda fase de pruebas con el satélite 52246 Donald-Johanson en el cinturón de asteroides, en abril de 2025, antes de proseguir su viaje hacia los asteroides troyanos de Júpiter. Así, alcanzará Eurabytes y Queta en agosto de 2027, luego Polymela en septiembre del mismo año, antes de Leucus en abril de 2028, Orus en noviembre de 2028 y, por último, Patroclus y Menoetius en marzo de 2033.