Crece la amenaza de la mosca negra, una vieja enemiga
Lluvias, olas de calor, desaparición de depredadores naturales y deficientes limpiezas en orillas de ríos hacen que la mosca negra, aunque autóctona en España, represente un peligro en los últimos años para cientos de miles de personas.
Las moscas son, en general, molestas, aunque pocas pasan de ahí. Este es el caso de las hembras de la mosca negra (Simulium spp.) que, pese a no ser una especie invasora sino autóctona, cada año vuelve en forma de plaga con más fuerza provocando más de una visita a los centros sanitarios.
¿Cómo reconocerla?
No es fácil de detectar, pero sí podemos tener algunas pistas:
- Tiene un tamaño menor a las habituales, está entre 2 y 6 mm.
- El color es oscuro (de ahí el nombre).
- Las larvas se colocan en ríos limpios, sobre algas o en las plantas cercanas al río.
- Puede haber más cantidad de moscas en arbustos cercanos a lugares con agua corriente.
- Atacan mas durante el día.
¿Qué hacer para evitar su ataque?
- Instalar mosquiteras en puertas y ventanas en casas cercanas a los lugares donde aumentan.
- Evitar los cursos de los ríos o acumulaciones de agua cuando hay abundante vegetación.
- Si se hace, llevar camisetas de manga larga y pantalones largos con colores claros y poco brillantes, ya que se sienten atraídas por los colores oscuros.
- Usar repelentes anti insectos voladores.
¿Cómo usar los repelentes anti mosquitos?
- Prueba antes en una zona pequeña para comprobar que no produce alergias.
- Lee siempre las indicaciones de uso del fabricante.
- No aplicar en niños menores de dos años y utilizar con precaución en niños mayores de dos años sólo si así lo indica el fabricante.
- No aplicar en las manos de los niños (y no está de más, también en los adultos) para evitar tocar la boca y los ojos con restos del producto en las manos.
- No aplicar sobre la ropa.
- Limpiar bien la zona cuando ya no sea necesaria la exposición.
¿Qué hacer frente a una picadura?
No es una picadura, en realidad es un mordisco. Las hembras, hematófagas, que pueden volar hasta a 20 km del lugar inicial, inyectan una sustancia anestésica antes de rasgar la piel. Por eso, el dolor puede ser fuerte un tiempo después de que haya ocurrido.
La mordedura es grande respecto a la picadura de un mosquito ya que hace un corte y de esa sangre es de la que la mosca se alimenta. Suele derivar en picor, escozor o edemas y, en algunos casos, producir algunos cuadros de alergia. Por suerte, no transmiten enfermedades, pero sí deberíamos tener precaución con nuestras mascotas.
Encontraremos una roncha con una zona central roja y la hinchazón puede ser importante, pero nunca hay que rascarse ya que podría favorecer que haya infecciones posteriores.
- Limpiaremos y desinfectaremos la zona del mordisco.
- Aplicaremos frío para intentar bajar la inflamación.
- Si la inflamación no disminuye, hay dificultad respiratoria o mareos, sería recomendable acudir a un centro de salud cercano.
¿Por qué proliferan más cada año?
Es debido a una mezcla de diferentes factores:
- Fuertes lluvias.
- Aumentos de temperatura.
- Disminución o desaparición de depredadores naturales en el entorno como murciélagos o los vencejos.
- Incorrecta limpieza en las riberas de los ríos.
Esto refuerza la necesidad de políticas que asuman y refuercen la idea de que la interconexión entre el medio ambiente y nuestra salud es fundamental.