La mayor catástrofe natural de la historia del País Vasco
La mayor catástrofe natural sufrida por el País Vasco en toda su historia aconteció tal día como hoy, hace 36 años. Las lluvias torrenciales anegaron multitud de poblaciones, incluida la ciudad de Bilbao, dejado a su paso muerte y desolación.
En la jornada del viernes 26 de agosto de 1983, tras una semana en la que las intensas y persistentes lluvias habían sido las protagonistas, una Depresión Asilada en Niveles Altos (DANA) o 'gota fría', complicó drásticamente la situación meteorológica en gran parte del norte de la Península Ibérica.
Algunas localidades del País Vasco recogieron alrededor de 600 l/m2 en 24 horas
Aquel viernes a primera hora, algunas zonas rurales y caseríos de Guipúzcoa comenzaron a sufrir los efectos de las fuertes trombas de agua, manteniéndose el resto de zonas todavía al margen de la situación, incluida la ciudad de Bilbao. No obstante, las lluvias fueron intensificándose y generalizándose con el paso de las horas, hasta el punto que en algunas áreas se llegaron a recoger cantidades de precipitación acumulada de entre 500 y 600 litros por metro cuadrado en 24 horas, desde las 09:00 horas del viernes a las 09:00 horas del sábado. Las brutales cantidades de lluvia caída provocaron que, a partir del mediodía, las complicaciones que ya se estaban dando en Guipúzcoa se extendieran también a Álava, Navarra y Vizcaya.
La riada causada por las lluvias torrenciales arrasó multitud de localidades
El cauce del río Nervión no fue capaz de canalizar unas cantidades de agua tan excepcionales, desbordándose desde Llodio (Álava), unos veinte kilómetros hacia el interior, hasta su misma desembocadura, ya convertido en ría desde Bilbao hasta Getxo y Santurtzi. Las aguas desbocadas y bravas arrasaron la localidad de Llodio, provocando la muerte de cinco personas, y otras como Galdakao, Arrigorriaga, Basauri, Etxebarri y especialmente Bilbao.
En esta última ciudad, se estaban celebrando las fiestas de su “Semana Grande” (Aste Nagusia) y, para mayor complicación, las lluvias torrenciales coincidieron con la pleamar, por lo que la brutal riada se acentuó todavía más. El nivel del agua aumentó varios metros provocando que muchas zonas de la ciudad quedaran totalmente arrasadas, siendo muy numerosas las pérdidas materiales y lamentándose también la perdida de varias vidas humanas.
La catástrofe dejó 34 fallecidos, 5 desaparecidos y multitud de pérdidas materiales
Los datos de la mayor catástrofe natural que ha vivido Euskadi desde que se tienen registros, fueron de 34 personas fallecidas, cinco desaparecidas y pérdidas materiales por valor de más de 1.200 millones de euros. De igual modo, hay que destacar que fueron afectados de forma directa un total de 101 municipios y que en mayor o menor medida, las fuertes lluvias se registraron por otras muchas zonas del resto de la cornisa cantábrica.
Por último, comentar que la reconstrucción y vuelta a la normalidad de las localidades más afectadas necesitó de importantes inversiones económicas y se prolongó durante mucho tiempo, teniendo como ejemplo los más de diez años que costó la rehabilitación del 'Casco Viejo' de la ciudad de Bilbao.
En definitiva, pasados ya muchos años desde la catástrofe, se podría afirmar que hoy en día no ha desaparecido totalmente el riesgo de que se vuelva a repetir un episodio de semejante magnitud. No obstante, la excepcional mejora en cuanto a sistemas de prevención de fenómenos meteorológicos adversos, la existencia de avisos de riesgo meteorológico diario y el desarrollo de multitud de medios de comunicación, facilitaría que la población fuese avisada con suficiente antelación, evitando así en gran parte los enormes daños materiales y humanos que como hemos visto acarrean dichos eventos.