La margarita no es una flor, ¿entonces qué es?

Tradicionalmente se ha pensado que la margarita es una flor, pero lo cierto es que no es así. Y lo más curioso es que no es la única especie vegetal que posee esta singular característica.

Margaritas
La margarita no es una flor, sino una estructura mucho más compleja.

¿Quién no ha jugado alguna vez a "me quiere, no me quiere"? Deshojando una margarita, muchas personas han confiado en el azar para descifrar los misterios del amor. Lo curioso es que, aunque se suele pensar que para hacer ese ritual se está utilizando una flor, lo cierto es que no es exactamente así. Entonces, si la margarita no es una flor, ¿qué es?

¿Qué es entonces la margarita?

La margarita no es una flor en el sentido técnico de la palabra. En realidad, es algo mucho más complejo: una inflorescencia llamada "capítulo". Este término describe una agrupación de muchas flores diminutas que juntas forman lo que popularmente consideramos una flor.

Este tipo de estructura no es exclusiva de la margarita, sino que caracteriza a todas las especies pertenecientes a la familia de las Asteraceae, también conocidas como compuestas. Este grupo incluye más de 25000 especies, entre ellas el girasol, la lechuga, la manzanilla y el diente de león, entre otras.

Dos flores diferentes en una

El capítulo, que es la "flor" de las margaritas, añade una cierta capa de sofisticación a la estructura de estas flores. En las margaritas, por ejemplo, lo que se ve como una flor está constituido por dos tipos de flores diferentes: las flores liguladas y las flores del disco.

Las flores liguladas son las que se encuentran en la periferia de la inflorescencia, y son las que comúnmente se identifican como los "pétalos" de la margarita. Suelen ser blancas y asimétricas, y en su mayoría, son flores femeninas.

Una inflorescencia es una estructura floral que agrupa varias flores de manera organizada en una posición.

Por otro lado, las flores del disco son más pequeñas y amarillas, y se encuentran en el centro del capítulo. Estas flores suelen ser hermafroditas, con una estructura tubular y simétrica. En conjunto, estas dos variedades de flores dan la impresión de una flor simple, pero en realidad estamos observando un complejo arreglo de múltiples flores individuales.

Mujer oliendo margaritas
Las flores del disco de la margarita son más pequeñas y son amarillas

Así han evolucionado las margaritas

Las margaritas son más avanzadas que las flores simples porque tienen trucos especiales para reproducirse mejor. Dentro de lo que parece una sola flor, hay muchas flores pequeñas. Lo curioso es que no todas crecen y se abren al mismo tiempo.

Las flores del borde, esto es, las que parecen pétalos se abren primero, y las del centro, las amarillas, lo hacen después. Esto ayuda a evitar que la margarita se polinice a sí misma, lo cual sería malo porque reduciría la variedad de la planta. Tener más variedad es importante para que la planta sea más fuerte y pueda adaptarse mejor a su entorno.

Es posible observar este proceso en la coloración del disco central de la margarita, que a veces es más oscuro hacia el centro. Las flores más oscuras indican que aún no han alcanzado la madurez, mientras que las flores más claras en la periferia ya están listas para ser polinizadas.

Esta diferencia en el estado de desarrollo es una señal visual importante para los insectos polinizadores, que saben instintivamente hacia qué parte de la inflorescencia dirigirse.

¿Tienen fruto las margaritas?

Una curiosidad sobre las margaritas es su fruto, llamado aquenio. Aunque son tan diminutos que a menudo pasan desapercibidos, estos frutos tienen una forma ingeniosa de dispersarse en la naturaleza. Se propagan principalmente con la ayuda del viento o mediante su adhesión al pelaje de los animales.

Este mecanismo es similar al que emplean plantas como el diente de león, cuyas semillas, gracias a una estructura llamada vilano, son transportadas a largas distancias por el viento.

Una niña coge margaritas
El fruto de las margaritas se propaga por el efecto del viento.

En definitiva, la margarita no es una flor en el sentido convencional, sino una inflorescencia formada por decenas de pequeñas flores organizadas de manera compleja, por lo que cuando se deshoja, no se estarían arrancando sus pétalos.