La erupción del volcán en Islandia deja estas impresionantes imágenes: ¿podría paralizar Europa?

Una impresionante erupción volcánica sacude nuevamente a Islandia. Las impactantes imágenes revelan la magnitud del fenómeno, que suscita gran preocupación por sus inminentes consecuencias y su posible impacto en Europa.

Erupción
¡Increíble erupción volcánica en Islandia! Fuente: Defensa Civil de Islandia.

Durante la noche del 18 de diciembre de 2023, Islandia fue escenario de un acontecimiento natural extraordinario: una gran erupción volcánica, la cuarta en el periodo de dos años. La tierra se abrió a unos 4 kilómetros de la ciudad de Grindavík, al sur de Reikiavik.

Esta erupción, que como ya explicamos en Meteored se produjo en una zona que ya venía experimentando una intensa actividad sísmica desde principios de noviembre, pone de relieve la fuerza y la imprevisibilidad de la geología de la esta increíble isla.

Gracias a las medidas tomadas en las últimas semanas, destacando la evacuación de la pintoresca población de Grindavík, donde 4000 residentes fueron desplazados el 11 de noviembre. La erupción se ha situado muy cerca de la Blue Lagoon, uno de las mayores atracciones turísticas de la isla.

¡Una erupción impresionante!

El Instituto Meteorológico de Islandia (IMO) informó de la erupción a las 22:17 GMT, tras un terremoto precursor que fue sentido una hora antes. El evento se caracteriza por una erupción efusiva, con una fisura de más de 3 km de longitud situada al noreste de Grindavík. Este tipo de erupción son las más habituales en la zona.

Esta fisura, impresionante por su tamaño, es tres veces más larga que la observada durante la erupción del verano pasado. Las imágenes de los medios de comunicación locales de la lava naranja resplandeciente que salía de la fisura eran tan magníficas como aterradoras.

¿Qué medidas de seguridad se aplicaron?

Ante esta erupción, la OMI elevó rápidamente el código de color de la aviación a rojo, una medida de emergencia que posteriormente se rebajó a naranja, dando fe de la ausencia de una nube de cenizas amenazadora. La Primera Ministra, Katrín Jakobsdóttir, expresó en las redes sociales su apoyo a la población local de Grindavík, subrayando la importancia de la erupción.

Aunque el tráfico aéreo en el aeropuerto de Keflavik no se ha visto afectado, es probable que una huelga inminente de los controladores aéreos cause retrasos e importantes trastornos a los pasajeros en las próximas horas.

Un contexto geológico favorable

Esta erupción plantea la cuestión de un posible nuevo ciclo de actividad volcánica en la península de Reykjanes. Históricamente libre de erupciones durante ocho siglos, la región ha sido testigo de otras dos grandes erupciones en agosto de 2022 y julio de 2023. Los vulcanólogos predicen ahora un periodo de actividad que podría durar décadas.

Con treinta y tres sistemas volcánicos activos, Islandia es la región más volcánica de Europa. El Primer Ministro subrayó la capacidad de Islandia para gestionar estas catástrofes naturales, destacando su preparación ejemplar.

¿Está Europa amenazada?

La erupción actual recuerda a la del Eyjafjallajökull en 2010, que tuvo un gran impacto en el tráfico aéreo europeo. Sin embargo, la situación parece menos alarmante por el momento y no se espera incidencias importantes en las próximas horas.

Otros volcanes, como el Askja y el temido Katla, también muestran signos de actividad. El Katla entró en erupción por última vez en 1918, y su largo periodo de inactividad podría sugerir una posible reactivación. La vigilancia de estos volcanes es esencial para anticipar y gestionar cualquier acontecimiento futuro.

En resumen, la erupción volcánica de Islandia del 18 de diciembre de 2023 no causará grandes trastornos inmediatos, aunque suscita gran incertidumbre por su posible impacto en Europa.

El recuerdo de la erupción del Eyjafjallajökull en 2010, que alteró gravemente el tráfico aéreo europeo, sigue vivo. Aunque la situación actual parece menos crítica, la posibilidad de una perturbación similar sigue siendo motivo de preocupación, sobre todo teniendo en cuenta la creciente importancia del tráfico aéreo en un contexto postpandémico.

Esta reciente erupción también pone de relieve la necesidad de una vigilancia continua y reforzada de los numerosos sistemas volcánicos activos de Islandia. La posibilidad de un nuevo ciclo de actividad volcánica prolongada en la península de Reykjanes, y la actividad observada en otros volcanes como el Katla, aumentan la incertidumbre y exigen una mayor vigilancia.