La erupción del volcán Mauna Loa interrumpe las mediciones de CO2
¿Por qué el observatorio referente para los registros de dióxido de carbono en el mundo se ubica en las cercanías del volcán más activo del planeta? Los científicos del archipiélago buscan alternativas para continuar con las mediciones.
Mauna Loa (4.169 metros) significa "montaña larga" en hawaiano. Este es el volcán activo más grande del mundo y se ubica en la isla con mayor superficie del archipiélago de Hawái, en medio del Océano Pacífico Norte.
Mauna Loa, tras 38 años, volvió a entrar en erupción poniendo en riesgo a los habitantes de la isla, tanto por el escurrimiento de lava como los gases tóxicos que emite. Pero no es lo único que está en peligro, ya que también interrumpió los registros de las concentraciones de gases de efecto invernadero (GEI) que se realizan en la zona.
“El equipo de medición de dióxido de carbono (CO2), que mantiene el famoso récord de la Curva de Keeling, se quedó sin energía desde el 28 de noviembre y actualmente no está registrando datos”, informó la Institución Scripps de Oceanografía de la Universidad de California.
El importantísimo Observatorio de Mauna Loa se ubica a 3.400 metros de altitud a pocos kilómetros del cráter del volcán. Este es el referente mundial para medir la concentración atmosférica de CO2 en la atmósfera, el principal GEI causante del calentamiento global.
¿Por qué en Hawai?
Hawái es un archipiélago, perteneciente a Estados Unidos, que se encuentra casi en el medio del océano Pacífico. “El aire no perturbado, la ubicación remota y la mínima influencia de la vegetación y la actividad humana son ideales para monitorear los componentes de la atmósfera”, reseña la Agencia Oceanográfica y Atmosférica (NOAA), uno de los organismos que cuenta con observatorios en la isla más grande del conjunto.
El fallecido investigador, Charles Keeling, señaló alguna vez respecto a la ubicación del observatorio que está “lejos de fuentes contaminantes de CO2 que podrían interferir con las mediciones. Este lugar es la mejor opción para representar a todo el planeta”.
Estos datos recopilados por el químico permitieron elaborar la Curva de Keeling, la cual muestra a diario las concentraciones de dióxido de carbono. Aunque esta es la estación más antigua y representativa, la NOAA analiza muestras del aire que respiramos en cerca de un centenar de observatorios en todo el mundo.
Los científicos del observatorio están buscando un lugar alternativo en la isla para colocar los instrumentos y volver a contar con estas mediciones trascendentes en el seguimiento del calentamiento global.