La cueva con las pinturas rupestres más antiguas de España: un tesoro prehistórico con 40.000 años de antigüedad

Esta cueva en el corazón de Cantabria acoge las pinturas rupestres más antiguas de España. Un santuario prehistórico de 40.800 años que revela el arte y pensamiento de nuestros ancestros.

La Cueva de El Castillo, en Puente Viesgo, Cantabria
La Cueva de El Castillo, en Puente Viesgo, Cantabria, fue declarada Patrimonio de la Humanidad en el año 2008. Imagen: Cantabria Infinita

Ubicado en el corazón de Cantabria, el Monte Castillo se erige como un impresionante macizo de roca caliza que ha sido testigo del paso de la humanidad durante miles de años. Situado junto al río Pas y dominando el paisaje de Puente Viesgo, este enclave natural esconde en su interior un fascinante laberinto de cuevas que fueron utilizadas por nuestros ancestros hace al menos 150.000 años.

En el vestíbulo de la Cueva de El Castillo se conserva un impresionante yacimiento de hábitat que incluye ocupaciones desde el Paleolítico Inferior hasta la Edad del Cobre.

Las Cuevas del Monte Castillo han servido como refugio y santuario para diferentes grupos humanos a lo largo del tiempo. Entre ellas, destaca la Cueva de El Castillo, una de las joyas más importantes del arte rupestre europeo, descubierta en 1903 y objeto de múltiples estudios arqueológicos.

Sus paredes albergan uno de los conjuntos pictóricos más antiguos conocidos, ofreciendo una ventana única a la mente simbólica de los primeros Homo sapiens que poblaron la comunidad cántabra.

Cueva del Castillo: un santuario del arte rupestre

Las cuevas del Monte Castillo contienen algunas de las representaciones artísticas más antiguas del mundo, con una datación de al menos 40.800 años. Se trata de un auténtico museo prehistórico subterráneo, donde la creatividad y el pensamiento simbólico de nuestros antepasados se manifiestan en cada rincón.

Entre las figuras más destacadas, se encuentran numerosos animales como caballos, bisontes, ciervos y uros, además de signos geométricos y representaciones de manos en negativo. Estas últimas son especialmente abundantes en la Cueva de El Castillo, con más de 50 ejemplos repartidos a lo largo de sus paredes.

La técnica utilizada para su creación varía desde la aplicación de pigmentos con los dedos hasta el uso de “aerógrafos” rudimentarios, logrando una diversidad artística impresionante.

La presencia de estas pinturas y grabados ha permitido a los expertos reconstruir la vida y creencias de los grupos que habitaron en esta cueva. Sus manifestaciones artísticas revelan aspectos de su organización social, su relación con la naturaleza y de la evolución de sus habilidades técnicas.

Explorando la Cueva de El Castillo

El recorrido por la Cueva de El Castillo ofrece una experiencia única a quienes buscan sumergirse en la historia de la humanidad. Con una extensión de aproximadamente 400 metros, la cavidad se organiza en diferentes salas y galerías, donde las representaciones pictóricas aparecen en los lugares más insospechados.

Los visitantes pueden admirar los diversos estilos y técnicas empleados por los artistas del Paleolítico, quienes usaban materiales naturales como óxidos de hierro y carbón para plasmar sus creaciones. A lo largo del recorrido, se pueden contemplar figuras grabadas en la roca, dibujos en negro y rojo e incluso pequeñas esculturas modeladas aprovechando los relieves naturales de la cueva.

Gracias a los estudios arqueológicos, se ha podido determinar que la cueva no sólo era un lugar de expresión artística, también era un espacio de reunión y de posibles actos rituales. Los restos encontrados en su interior sugieren la existencia de prácticas simbólicas complejas, en las que el arte rupestre jugaba un papel fundamental en la cohesión social de los grupos humanos del Paleolítico.

¿Cómo visitar estas cavernas?

Explorar el Monte Castillo y sus cuevas es una experiencia única que transporta a los visitantes a los orígenes de la humanidad. Cada pintura, cada grabado y cada rincón de estas cavernas cuenta una historia sobre quienes nos precedieron y su peculiar visión del mundo.

Para quienes deseen conocer este impresionante legado, la Cueva de El Castillo ofrece visitas guiadas que permiten adentrarse en sus profundidades de manera segura y educativa. Con una duración aproximada de 45 minutos, el recorrido proporciona una visión detallada de las manifestaciones artísticas y de la vida en el Paleolítico.

Si buscas una experiencia que combine historia, arqueología y naturaleza, el Monte Castillo y sus cuevas rupestres son una parada obligatoria en Cantabria. Un lugar donde el pasado cobra vida y nos recuerda la increíble capacidad creativa de nuestros ancestros.

El entorno natural y cultural de Puente Viesgo

El Monte Castillo, además de un referente arqueológico, también forma parte de un entorno natural realmente privilegiado. Ubicado en el valle de Toranzo, la zona se caracteriza por su exuberante vegetación y sus paisajes montañosos, ideales para el senderismo y la exploración

Puente Viesgo, el municipio que acoge este enclave prehistórico, cuenta con una rica historia que se remonta a la Edad Media. Su balneario, famoso por sus aguas termales con propiedades curativas, ha sido un lugar de descanso desde el siglo XVIII. Además, su iglesia neorrománica y el Palacio de Fuentespila son excelentes muestras el patrimonio arquitectónico de la zona.

Para los amantes de la naturaleza, la zona ofrece diversas rutas de senderismo señalizadas que permiten descubrir la diversidad del paisaje cántabro. Desde el mirador del Monte Castillo hasta el valle del río Pas, cada sendero ofrece una vista espectacular de esta parte de Cantabria, proporcionando la oportunidad de conectar con un entorno natural de gran belleza.