Así es la COP25 de Madrid desde dentro
Se está hablando mucho de la COP25 de Madrid, pero hay poca información de lo que ocurre en cada uno de los espacios y pasillos de la Cumbre del Clima. ¿Qué se respira? Ayer estuvimos allí.
Ayer Meteored formó parte de la Cumbre del Clima en Madrid. Varios representantes de Tiempo.com e Ilmeteo.net acudimos a los pabellones de IFEMA para tomar el pulso a una multitudinaria COP25. Los metros cuadrados que acogen las conferencias y las reuniones son inimaginables, casi tan vastos como los países que conforman el elenco, algunos recónditos. Las estrictas medidas de seguridad de la entrada ya hacen entender que allí se están cocinando cosas importantes, y eso que estamos en los prolegómenos, sin los máximos mandatarios que se darán cita la próxima semana. Tampoco había llegado aún Greta Thunberg. Básicamente, allí se está amasando el que debería ser el futuro de la humanidad.
Los paneles que delimitan cada una de las zonas están decorados con mensajes de advertencia: “tiempo para la acción”. No se respira mucho catastrofismo, al menos cuando los micrófonos están en mano de la amalgama de científicos que hablan de resiliencia, sostenibilidad y proyecciones futuras. Provienen de sitios del planeta muy variopintos pero hablan el mismo idioma, y no me refiero al inglés, sino a la necesidad de tomar medidas ante la llamada ‘emergencia climática’. Todos están de acuerdo.
Primero hay que recortar emisiones de gases contaminantes, esos que acaban con la vida de 7 millones de personas anualmente y producen el efecto invernadero, así como reducir el uso del plástico y, bueno, otros muchos dispendios. Hay que apostar por la sostenibilidad en todos los procesos, incluidos los más cotidianos como con el reciclaje, que nos ahorraría una factura medioambiental muy cara que pagamos nosotros y el resto de la biodiversidad. Todo esto también se salda con la subida de la temperatura global, 1 ºC más elevada respecto la era preindustrial, que está modificando el sistema climático.
Ahora se producen olas de calor más intensas, las sequías se alargan y las lluvias aumentan su torrencialidad. Por no hablar de los ciclones tropicales, que últimamente en el Atlántico escogen caminos hasta hace poco impensables. Cada vez más cercanos al continente europeo, por cierto. Esta fue una de las preguntas a las que se tuvo que enfrentar nuestro meteorólogo José Miguel Viñas en su exposición, ante un público joven muy entregado a la causa climática.
El calentamiento global es una realidad a la que debemos adaptarnos. Nuestras infraestructuras, la agricultura o la alimentación, por ejemplo, tienen que contemplar el nuevo escenario. Estas dos últimas cosas no parecen tarea fácil, al menos en nuestro país. En el espacio español pudimos ver a Luís Planas, Ministro de Agricultura, que aportó cifras preocupantes. “Uno de cada tres agricultores son mayores de 55 años” subrayó, eso supone que en breve se jubilarán y el sector se verá mermado, al igual que nuestra cesta de la compra. Es una metáfora genial de la situación del planeta: estamos abocados a un problema que se mira solo de reojo y un día, en vez de adaptarnos, tendremos que reinventarnos.