La contaminación lumínica de las ciudades atrae y mata cada año a millones de aves
La iluminación artificial nocturna en las zonas urbanas supone una grave amenaza para las aves migratorias. Cada vez atrae y confunde más a las aves, e incluso les causa la muerte a muchas de ellas.
La migración es un viaje agotador para las aves. Vuelan cientos, incluso miles de kilómetros, por lo que encontrar un buen lugar para descansar y reponer fuerzas es esencial para que sobrevivan y sigan adelante.
Sin embargo, su viaje podría verse interrumpido por una grave -y creciente- amenaza: la contaminación lumínica nocturna de las ciudades. Se calcula que hasta 1000 millones de aves migratorias mueren al año en colisiones con edificios en Estados Unidos.
En un reciente estudio publicado en la revista Nature Communications, dirigido por Kyle Horton, profesor de la Universidad Estatal de Colorado, los autores utilizaron datos de radares meteorológicos para cartografiar la densidad de aves migratorias en EE. UU., y descubrieron que la luz artificial es un importante indicador de dónde aterrizan.
Las luces de la ciudad como trampas
Un estudio anterior de 2019, también dirigido por Horton, clasificó las áreas metropolitanas donde las aves migratorias corren más riesgo de ser atraídas y desorientadas por las luces y chocar con los edificios. Aunque las rutas migratorias varían en función de la estación, las tres grandes ciudades del centro de Estados Unidos -Chicago, Houston y Dallas- encabezan la lista de las más peligrosas para las aves.
Ahora, los autores han combinado más de 10 millones de observaciones de radares de vigilancia meteorológica y sensores espaciales para explicar por qué las aves eligen descansar donde lo hacen.
De los 49 predictores, la contaminación lumínica urbana fue el segundo predictor de la densidad de las escalas, es decir, tuvo una gran influencia en la elección del lugar de escala por parte de las aves. Las luces atraen a los animales, que deciden aterrizar allí y acaban colisionando con edificios, lo que les provoca la muerte en muchos casos.
El principal factor de predicción fue la altitud. Los patrones creados por las aves migratorias captadas por los radares tienden a seguir la costa o una elevación específica. La contaminación lumínica es el principal predictor de la influencia humana en la migración.
Además, el estudio proporcionó los primeros mapas de puntos de parada críticos para las aves migratorias en EE. UU., lo que puede ayudar a elaborar planes de conservación para evitar colisiones y posibles muertes.
¿Cómo podemos ayudar a las aves?
¿Deben conservarse los centros urbanos como importantes lugares de paso para las aves migratorias o hay que hacer campañas para apagar las luces por la noche? Un hecho es cierto: se trata de una cuestión complicada, ya que la gente se resiste a apagar las luces y hay pocos esfuerzos gubernamentales para conservar la zona urbana. Puede haber presión social para dejar las luces encendidas, y algunas personas las encuentran estéticamente agradables.
Colocar rejas en las ventanas puede ayudar a evitar choques con los cristales. Reducir el brillo y suavizar el color de las luces también puede ayudar. Las luces blancas o azules brillantes son las peores, y las rojas, naranjas y amarillas son menos atractivas para las aves.
También está la aplicación BirdCast, que ofrece previsiones de migración y mapas de radar meteorológico en tiempo real. Las previsiones identifican qué noches es más importante apagar o atenuar las luces debido a la aproximación de una bandada de aves. Puedes crear alertas de notificación para cuando las aves vuelen cerca de tu ciudad.
Referencia de la noticia:
HORTON, K. G. et al. Artificial light at night is a top predictor of bird migration stopover density. Nature Communications, 14, 7446, 2023.