La ciencia confirma: el consumo moderado de alcohol tampoco es saludable y contribuye al aumento de casos de cáncer
Durante mucho tiempo, se ha creído que beber alcohol con moderación no solo era inofensivo, sino incluso beneficioso para la salud. Sin embargo, la evidencia científica más reciente desmonta este mito. Esto dice la ciencia al respecto.

El consumo de alcohol ha estado culturalmente arraigado en muchas sociedades, y durante décadas se ha promovido la idea de que beber de manera moderada podría tener beneficios para la salud. Sin embargo, la evidencia científica contradice esta creencia y confirma que incluso un consumo reducido de alcohol está relacionado con un mayor riesgo de desarrollar cáncer y otras enfermedades.
¿Están relacionados el consumo de alcohol y el cáncer?
La relación entre el alcohol y el cáncer está ampliamente documentada. Desde 1988, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifica al alcohol como un carcinógeno del Grupo 1, al mismo nivel que el tabaco y el amianto. Se ha demostrado que el alcohol está vinculado con al menos siete tipos de cáncer: cavidad oral, faringe, laringe, esófago, hígado, colorrectal y mama.
Según la IARC, el 4 % de los casos de cáncer diagnosticados en el mundo están relacionados con el consumo de alcohol, lo que equivale a más de 740 000 casos anuales y 401 000 muertes. Europa, el continente con mayor consumo de alcohol, es responsable de casi una cuarta parte de estos cánceres, según el Informe Europeo de Salud de la OMS de 2024.
El mito del consumo moderado
A pesar de la evidencia científica, la idea de que beber de forma moderada podría ser incluso beneficioso persiste. Esta teoría se basa en estudios que sugerían que las personas que bebían en pequeñas cantidades tenían una menor mortalidad en comparación con los abstemios.
Sin embargo, investigaciones recientes han revelado que estos estudios tenían sesgos significativos, ya que muchos de los abstemios en realidad eran exbebedores que dejaron el alcohol por problemas de salud.

Tim Stockwell, investigador del Instituto Canadiense de Investigación del Uso de Sustancias, ha revisado cientos de estudios y concluye que cuando se eliminan estos sesgos, la supuesta curva de beneficios desaparece o se reduce drásticamente. Además, la evidencia actual demuestra que cualquier cantidad de alcohol aumenta el riesgo de cáncer.
Un riesgo particular para las mujeres
Las mujeres están especialmente expuestas a los efectos cancerígenos del alcohol. Marina Pollán, directora del Instituto de Salud Carlos III, ha estudiado la relación entre el consumo de alcohol y el cáncer de mama, encontrando que el riesgo es mayor en aquellas mujeres que comienzan a beber a edades tempranas. Durante la adolescencia, el tejido mamario es más susceptible a los agentes cancerígenos, lo que eleva la probabilidad de desarrollar tumores más adelante.
Aun cuando el consumo de alcohol sea bajo y provenga exclusivamente de cerveza o vino, los estudios muestran que el riesgo de cáncer de mama aumenta. Esto desmiente la idea de que ciertas bebidas alcohólicas, como el vino tinto, pueden ser una excepción.
La ciencia ha sido clara: cualquier cantidad de alcohol, incluso en niveles moderados, puede aumentar el riesgo de cáncer y otras enfermedades. A pesar de los mitos y la influencia de la industria, los estudios han desmentido la idea de que beber poco pueda ser beneficioso para la salud. La información pública y las políticas de salud deben avanzar para garantizar que los ciudadanos conozcan los riesgos reales del consumo de alcohol, promoviendo decisiones informadas y responsables.