La mosca linterna manchada, un espectáculo visual que amenaza seriamente los viñedos
Tras ser descubierta en varios viñedos de Nueva York, ahora se intenta evitar la propagación de la mosca linterna manchada mediante perros rastreadores de insectos.
El cambio climático ha intensificado el aumento y expansión de organismos como hongos e insectos, propiciando las plagas que afectan gravemente tanto a las comunidades como a la producción agrícola.
Desde 2014, una nueva especie ha comenzado a causar preocupación en los Estados Unidos. Se trata de la mosca linterna manchada (Lycorma delicatula), un insecto invasor originario de Asia que ha estado afectando los viñedos en Nueva York, convirtiéndose en uno de los insectos más vigilados.
La mosca linterna representa una seria amenaza por diversas razones. Su principal impacto radica en que se alimenta de la savia de más de 70 tipos de plantas, incluidos árboles frutales, ornamentales y especies lechosas, debilitándolas y dejándolas vulnerables a enfermedades.
En Pensilvania, las autoridades locales tomaron medidas extremas ante el riesgo que representa esta plaga. Se implantó una orden de cuarentena para controlar la propagación de la mosca linterna manchada, estableciendo severas multas e incluso sanciones penales para quienes intenten mover al insecto de manera intencionada. Aunque este insecto no recorre volando largas distancias, se desplaza con facilidad saltando o posándose en cualquier objeto. El mayor peligro radica en su alta tasa de reproducción, lo que facilita su expansión.
Una mosca de origen asiático
La mosca linterna manchada no representa una amenaza para las personas ni los animales, pero ha causado estragos en varias zonas de los Estados Unidos. Desde su primera aparición en Pensilvania en 2014, esta especie se ha expandido a varios estados, incluyendo Nueva Jersey, Maryland, Delaware, Virginia, Nueva York, Connecticut y Massachusetts.
Proveniente de China y Corea del Sur, este insecto desencadenó en 2020 una gran infestación en varios condados de Nueva Jersey, afectando severamente la vegetación local en un año ya complicado por la crisis del COVID-19.
La llegada de la mosca linterna manchada al territorio estadounidense generó una creciente preocupación en las autoridades locales. Ante el riesgo de propagación, se crearon por entonces medidas restrictivas adicionales a las ya impuestas por la pandemia, incluyendo una cuarentena específica en ocho condados de Pensilvania.
Además, se emitieron recomendaciones a la ciudadanía para que revisara exhaustivamente sus vehículos y evitara el transporte accidental de estos insectos a otras zonas del país.
La mosca linterna manchada presenta alas con manchas oscuras, mientras que sus patas inferiores son de un llamativo color escarlata. Su abdomen muestra marcas amarillas, y sus alas delanteras son semitransparentes. Este insecto mide aproximadamente dos centímetros de largo. Una de sus características más preocupantes es su capacidad para poner huevos en cualquier superficie, como prendas de vestir, muebles, estructuras metálicas, paredes y árboles, lo que aumenta significativamente el riesgo de su propagación a nuevas áreas.
A la mosca linterna manchada le gustan las uvas
El Departamento de Agricultura del Estado de Nueva York ha emitido una advertencia sobre la capacidad reproductiva de la mosca linterna manchada, un insecto que ha demostrado una clara preferencia por las uvas. Esto representa una grave amenaza para los viñedos de Finger Lakes y Long Island.
Este insecto, al alimentarse de las vides, puede causar daños significativos, disminuyendo la producción de uvas, alterando su calidad e incluso provocando la muerte de las plantas afectadas. Además, las moscas linterna son portadoras de patógenos peligrosos, como la fumagina, que pueden transmitirse a las plantas y empeorar aún más la situación.
La propagación de esta plaga también tiene efectos devastadores sobre los árboles, contribuyendo a una creciente deforestación. La mosca linterna coloca sus huevos en grandes cantidades, dejando residuos de savia en los árboles y cultivos. A medida que se alimenta, excreta una sustancia azucarada que favorece el crecimiento de moho negro, lo que agrava el daño a las plantas.
Este escenario recuerda a lo sucedido hace casi dos décadas, cuando el escarabajo asiático de cuernos largos llegó a los Estados Unidos a través de cajas de embalaje de madera. Por entonces, este insecto fue responsable de la destrucción de la mitad de los árboles en Nueva York. Aunque se detectó por primera vez en Brooklyn en 1996, no fue hasta 23 años después que se logró erradicar completamente su presencia en la ciudad, lo que subraya la gravedad de las plagas invasoras y su capacidad de causar estragos durante largos períodos.
A la búsqueda de métodos para eliminarla
En la actualidad, científicos y defensores del medio ambiente de diversas zonas de Estados Unidos están trabajando intensamente para encontrar una solución que permita controlar de manera efectiva y permanente la expansión de la mosca linterna manchada.
Mientras tanto, las autoridades han solicitado a la ciudadanía que, si observan a este insecto, lo eliminen inmediatamente. “Si se encuentra con una mosca linterna manchada, debe aplastarla y destruir sus huevos antes de que se apoderen de su zona. El exterminio es la única medida para evitar su proliferación”, enfatizan.
Hoy en día está en marcha un innovador estudio que consiste en entrenar perros para detectar los huevos de esta plaga. Los resultados preliminares son prometedores, con una tasa de éxito superior al 80% en pruebas de identificación de olores. En una demostración de campo, un bulldog francés llamado Xephyr demostró su habilidad al alertar constantemente sobre la presencia de huevos en una vid, incluso después de que los dueños ya habían limpiado la zona.
Aunque el proyecto aún se encuentra en sus fases iniciales, ya participan en él hasta 186 equipos caninos voluntarios, los cuales están siendo capacitados para inspeccionar viñedos en busca de nuevas infestaciones. Además, los perros también se están entrenando para revisar objetos como vagones de tren, vehículos y otros artículos que puedan ser transportados a través de fronteras interestatales o internacionales, con el fin de frenar la diseminación de esta plaga.