Kirk (2024) versus Hortensia (1984), ¿cuál fue más fuerte? La comparativa del paso de los 2 exhuracanes por Galicia
En Meteored hemos analizado la intensidad de los vientos que dejaron a su paso las dos borrascas a las que evolucionaron los huracanes Hortensia y Kirk: ¿cuál se lleva la victoria?
En la memoria colectiva de los gallegos que superan los 50 años de edad sigue estando muy vivo el recuerdo que les dejó el paso de la profunda borrasca a la que evolucionó el huracán Hortensia, a principios de octubre de 1984. Cuarenta años más tarde se ha repetido una situación parecida, en este caso de la mano de otra borrasca que también tuvo su origen en un huracán; en este caso Kirk.
En las cuatro décadas transcurridas entre Hortensia y Kirk han ocurrido muchos fuertes temporales en Galicia, en los que incluso la intensidad de las rachas de viento alcanzadas, llegaron a ser mayores. Es lo que ocurrió los días 23 y 24 de enero de 2009 tras el paso del ciclón extratropical Klaus, como resultado de una ciclogénesis explosiva. Fue, de hecho, a raíz de Klaus, cuando esa expresión de corte técnico saltó a los medios y comenzó a popularizarse.
Los vientos huracanados de Hortensia y Klaus
El paso de las tres borrascas que hemos comentado (Hortensia, Klaus y Kirk) dieron lugar a fortísimos temporales en el norte peninsular, cuyos efectos se notaron también en el resto de la Península y Baleares. Todos ellos provocaron un gran oleaje en toda la costa norte, dejaron lluvias intensas que provocaron algunas inundaciones, y generaron vientos muy fuertes, huracanados, cuyos registros nos permite comparar los diferentes episodios.
Cuando Hortensia, convertida en un profundo ciclón extratropical, pasó junto al noroeste de Galicia, la presión mínima en su centro fue de 975 hPa, algo más baja que la que alcanzó ayer miércoles la borrasca ex-Kirk.
En la red de estaciones meteorológicas del entonces INM (actual AEMET), la estación del observatorio de El Ferrol (A Coruña) registró una racha de viento máxima de 158 km/h. En el antiguo observatorio de la Escuela Naval de Marín (Pontevedra), se alcanzó una de 151 km/h, mientras que en el observatorio de A Coruña la racha máxima fue de 130 km/h.
El viento alcanzó intensidades mayores al paso de la borrasca Klaus, cuyo mínimo barométrico en su posición más cercana a Galicia fue de 964 hPa; valor inferior al de ex-Hortensia. En el mítico enclave de Estaca de Bares (A Coruña), en el extremo más septentrional de la Península Ibérica, se registró una racha de 198 km/h., en Malpica (también en la provincia de A Coruña) una de 183 km/h y en Os Ancares (Lugo) 182 km/h.
El patrón se repite con ex-Kirk
Ayer miércoles tuvo lugar el paso de la borrasca ex-Kirk, que es la manera en que se nombran a las borrascas de alto impacto que tienen su origen en un huracán: manteniendo el nombre de éste, y anteponiendo el prefijo ex- para señalar cuál es su procedencia.
Algunos de los huracanes que se forman en el Atlántico –no todos–, en su etapa final, ya como sistemas extratropicales, se enganchan a las corrientes del oeste y se aproximan a Europa, convertidos en profundas borrascas. Ocurrió con Hortensia hace cuarenta años, y ha ocurrido ahora con Kirk.
Los vientos que ex-Kirk generó ayer a su paso fueron también huracanados. La Cordillera Cantábrica ha sido la zona donde se han registrado las mayores rachas. Destaca por encima de las demás (a falta de su validación definitiva) una de 205 km/h medida en el Mirador del Cable (Cantabria), en el Parque Nacional de los Picos de Europa.
En Cabrales (Asturias) se registró una de 158 km/h, en San Roque de Riomiera (Cantabria) 156 km/h, Sotres (Asturias): 153 y Vega de Urriellu (Asturias): 144 km/h. Estas son las más altas registradas por la red de estaciones de AEMET.
Los datos de rachas de viento tanto de AEMET como de MeteoGalicia permiten certificar que el temporal que provocó ayer Kirk fue de gran magnitud, aunque algo menor que el que provocó Hortensia en 1984 y, menos intenso que Klaus (2009). Ayer en Estaca de Bares se alcanzó una racha máxima de 111 km/h, en Fisterra 120 km/h y en el observatorio de A Coruña 80 km/h. En zonas de montaña del interior de Galicia destaca una racha de 181 km/h en Pedrafita (Lugo).