Junio de 2019, mes de temperaturas récords
A finales de este mes una ola de calor extrema batió máximas que no se habían superado desde 1950, dejando a Gerona como la capital de provincia ganadora de nuestra porra. Veamos con detalle estos récords.
Empecé mi resumen de mayo indicando que íbamos a recordar ese mes por sus extremos. Solo unos días después, junio arrancó con valores cercanos a los 40 ºC en el suroeste peninsular, que dieron paso el día 6 a la borrasca Miguel, con vientos de 128 km/h en Estaca de Bares y precipitaciones de más de 50 l/m2 en el oeste de La Coruña en solo un día. El remate: las últimas jornadas dejaron 18 capitales de provincia con nuevos valores absolutos de temperaturas máximas.
Temperaturas extremas
Tanto las máximas como las mínimas han sido superiores a lo normal en la mayoría de las regiones, principalmente en dos períodos muy determinados: al principio del mes en el suroeste de la Península y al final en la mayoría de las regiones salvo Galicia, Asturias, Cantabria y Canarias.
Los valores nocturnos se podrían considerar normales solo en Galicia y en la parte más occidental del extremo septentrional peninsular, siendo mucho más altos en el resto del país. Importante destacar los extremos acontecidos a lo largo de este mes, hubo algunas heladas en zonas de montaña y muy aisladas en la meseta norte, destacando los valores que se alcanzaron el día 12, con mínimas de -2,4 ºC en Puebla de Sanabria (Zamora) e incluso en el interior de Orense hubo valores negativos el día 16.
Un par de ejemplos de los extremos de este mes durante las horas nocturnas, el día 26 en Madrid-Retiro la mínima fue de 22,1 ºC y a tan solo 70 km, en Rascafría a 1.100 metros de altitud hubo sólo 10,3 ºC. Y el día 29, mientras en el puerto de Navacerrada, Madrid, con 19,3 ºC se quedaba a tan solo tres décimas de su record absoluto, la mínima de España se producía en La Orotava, a 2.150 m de altitud en Santa Cruz de Tenerife, islas Canarias, con 5,9 ºC.
Las máximas han sido más altas de forma generalizada, salvo zonas puntuales de Galicia, Asturias, Cantabria, oeste de León y Zamora y archipiélago Canario, donde podrían ser consideradas como normales. Curiosamente las máximas más elevadas se han registrado en áreas de la mitad norte peninsular, principalmente en la zona del valle del Ebro. El valor más alto registrado en este mes se ha producido en el observatorio de Quinto, provincia de Zaragoza, con 43,9 ºC el día 29.
Dentro de las capitales de provincia hay que destacar los 43,4 ºC en Lérida el día 29, máxima absoluta de este mes y máxima absoluta anual, además batiendo el récord anterior durante tres días seguidos, del 27 al 29. Importante también de destacar los máximas batidas el día 28 que databan, nada más y nada menos, que de 1950, en los observatorios de Salamanca aeropuerto con 39,4 ºC y de Soria con 37,9 ºC.
Y finalmente, en nuestra porra de la capital de provincia que más variaría en la superación del anterior récord, la ganadora es Gerona aeropuerto, con +3,3 ºC, al alcanzar el día 28 los 43,0 ºC, también alcanzado una nueva máxima absoluta anual.
Precipitaciones mayormente escasas
Nuevamente las altas presiones han impedido la circulación de los frentes y las borrascas por nuestras latitudes, con la salvedad del momento puntual de la borrasca Miguel, provocando que el estío haya llegado a nuestro país antes de lo habitual. La excepción a esta falta de precipitaciones la encontramos en zonas del noroeste peninsular, de la cornisa Cantábrica, Pirineo occidental y gran parte del archipiélago Canario.
Hay que destacar la primera decena del mes, con valores superiores a los 75 l/m2 en el oeste de Galicia y en el norte de Navarra. En el resto del mes solo algunas tormentas, principalmente en la cordillera Cantábrica y en los Pirineos, han dejado más de 25 l/m2. El porcentaje de la precipitación en junio, en conjunto, ha sido muy inferior a la media en la mayoría de las regiones, destacando en la mitad sur peninsular y en las Baleares donde prácticamente no ha llovido.
Consideraciones finales
Si al aumento de las horas de sol con su mayor poder calorífico, le unimos la escasez de precipitaciones y los muchos días en los que el viento ha soplado con velocidades superiores a los 30 km/h, hace que la evaporación, en su conjunto, haya sido muy superior a lo normal. Esto ha provocado un descenso del agua embalsada, que se sitúa un 13% por debajo de la media de los últimos 10 años en España y casi el 25% por debajo de la misma semana del año pasado.