Un mes de junio cálido y con lluvias mal repartidas
Junio, que es un mes ya considerado como veraniego, presentó momentos muy cálidos, aunque con algunas tormentas, chubascos y granizos. Veamos con detalle todas estas cosas.
A lo largo del mes de junio no nos afectó ninguna borrasca con gran impacto, sí alguna depresión atlántica, una de ellas con una vaguada en altura muy activa que aportó cantidades importantes de precipitación, aunque mal repartidas, tanto espacial como temporalmente.
La primera decena del mes se caracterizó por valores térmicos elevados en el este de la Península, rotos por una vaguada potente que aportó importantes precipitaciones en el País Vasco, en puntos del nordeste peninsular y en el norte de las Baleares. También la inestabilidad fue grande en el archipiélago canario, principalmente en su parte más occidental, con lluvias y temperaturas más bajas de lo normal.
Los siguientes diez días fueron normales desde el punto de vista térmico, y de nuevo húmedos en las Canarias, en puntos de la cornisa cantábrica y del área levantina. Para finalizar el mes, la estabilidad se adueñó de casi todas las zonas, con temperaturas más altas de lo normal y algunos episodios de tormentas, que principalmente afectaron a las zonas montañosas del este de la Península.
Temperaturas cálidas
Las máximas han sido superiores a lo normal, principalmente en el centro y sur peninsulares y en el archipiélago balear, debido a dos episodios cálidos, uno al principio y otro hacia el final del mes, cuando ya se superaron los temibles 40 ºC en Andalucía. Por el contrario, en Canarias se puede considerar que este mes ha sido frío.
En estaciones de AEMET, el valor más alto mensual se alcanzó en Andújar (Jaén), el día 23, con 42,0 ºC. En este mes no se batió ningún record de temperatura máxima absoluta.
Los valores nocturnos han sido entre normales y superiores a lo normal en todas las comarcas, con la excepción, nuevamente, del archipiélago canario, donde han sido normales. En estaciones de AEMET que no son de alta montaña, el valor más bajo mensual se produjo el día 9, en Palacios de la Sierra (Burgos) con -0,2 ºC, que podemos considerar la última helada de esta temporada.
Durante este mes se igualó la temperatura mínima más alta en el observatorio del aeropuerto de Almería, con 25,2 ºC el día 23, siendo la primera jornada de noche ecuatorial en la Península.
Precipitaciones mal repartidas
Mes normal si consideramos el conjunto del país, siendo muy húmedo en el noreste peninsular y Baleares, puntualmente con zonas que exceden el 200% de su valor normal y en el occidente canario, que ha superado el 300%, pero extremadamente seco en el centro y sur peninsulares, con muchas zonas donde ni tan siquiera se ha alcanzado el 25% del valor normal de la precipitación.
Si a primeros de mes eran zonas del norte y nordeste de la Península, especialmente en el País Vasco y en el Pirineo oriental, las que superaron los 100 l/m2; a continuación, y hasta mediados del mes, se sumó casi toda la cornisa cantábrica, la zona pirenaica y áreas de la Comunidad Valenciana con valores medidos entre 60 y 100 l/m2.
Desde ese momento y hasta finales de mes, se recogieron cantidades debidas al paso de algún frente por Galicia y a tormentas, puntualmente con fuertes aguaceros e incluso granizo, repartidas desigualmente, destacando los 95 l/m2 que se midieron entre los días 15 al 18 en Villafranca del Cid, Castellón.
También hay que destacar las precipitaciones que se han recogido durante todo el mes en el oeste de las Canarias, lo que provocó que se batiera el record de precipitación máxima en un día, en el aeropuerto de Tenerife Sur, con 3,8 l/m2 el día 5.
Consideraciones finales
El agua embalsada en nuestros pantanos está en el 63,98% de su capacidad máxima, con una pérdida mensual del 3,2%, aunque estamos casi un 7% por debajo de la media de los últimos 10 años en el agua embalsada en España y un 6% por encima de la misma semana del año pasado.
Acaba de iniciarse el verano, momento del año en el que el aporte hídrico es totalmente deficitario, por lo que debemos continuar con prudencia en el consumo de agua y para evitar el peligro de la sequía.