Así quedó Yellowstone tras el diluvio que solo ocurre cada 500 años
Los eventos climáticos extremos son cada vez más frecuentes, mientras se debaten los impactos del cambio climático entre los humanos. En Estados Unidos, la devastadora inundación del río Yellowstone demuestra que debemos actuar con rapidez. ¡Descubre más aquí!
El río Yellowstone registró la semana pasada una “inundación devastadora” que, según expertos del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), es un evento extremadamente raro, que ocurre aproximadamente cada 500 años.
La gran cantidad de precipitaciones que cayeron sobre partes de los estados de Montana, Wyoming e Idaho, combinadas con temperaturas superiores a la media para la época del año, provocaron el rápido derretimiento de la nieve y el hielo de las montañas. De este modo, las mayores cuencas hidrográficas de estos estados registraron valores récord de caudal.
Los impactos directos fueron visibles: pedazos de caminos fueron arrancados y algunos puentes arrastrados, como si fueran juguetes. Más de 10.000 visitantes del Parque Nacional de Yellowstone tuvieron que ser evacuados a finales de la semana pasada, aunque se espera que las entradas al parque vayan acercándose a la normalidad a finales de esta semana.
Si bien este evento está siendo catalogado como raro, es bastante probable que se vuelva más frecuente a medida que el cambio climático avance y modifique los patrones que consideramos como “normales”. Para que se hagan una idea, el Parque Nacional de Yellowstone, en un lapso de tres días la semana pasada recibió de dos a tres veces más precipitaciones de lo normal para todo el mes de junio.
En el noroeste de Wyoming y el sur de Montana, las lluvias hasta ahora son un 400% más altas que el promedio de junio, según el Servicio Meteorológico Nacional (NWS).
¿Cómo responderá el Parque Yellowstone a este evento?
El aumento significativo del caudal de las redes hidrográficas que atraviesan el Parque Nacional de Yellowstone provocó una serie de daños que, en este momento, aún se están evaluando. La postura inicial era que, mientras se llevaran a cabo las reparaciones -las infraestructuras más afectadas fueron las carreteras-, todas las visitas y los circuitos permanecerían cerrados. No obstante, el miércoles ya se abrieron las primeras rutas, eso sí, con muchas limitaciones.
Afortunadamente, no hay registro de víctimas mortales, y para que este registro quede inmaculado las autoridades que gestionan el parque han anunciado una serie de restricciones en el uso de espacios, como en el acceso a zonas apartadas. Los caminos públicos solo se podrán transitar durante el día y la parte sur del parque se podrá visitar durante la noche a partir del 1 de julio.
La sección norte ahora está cerrada, ya que ha sido el área más afectada, y es probable que permanezca así durante todo el verano. De cara al uso sostenible del parque, agentes y comunidades locales trabajan para que la zona sur no sufra demasiado la masificación turística. Por otro lado, el turismo es visto como el motor económico del Estado y de la región, por lo que es necesario recuperar el acceso lo antes posible.