Una 'ola de calor' en el Ártico está provocando un importante deshielo
Desde que empezó el año 2020, el Ártico está registrando temperaturas más altas de lo normal salvo en contadas ocasiones. Ahora está viviendo días de calor anómalo, que entre mañana y el viernes aún se agudizará más.
El Ártico está inmerso desde hace días en una ‘ola de calor’ que deja temperaturas extraordinarias y un deshielo prematuro. El aire cálido afecta sobre todo a la zona más próxima a Rusia, aunque se extiende hasta el norte de Groenlandia y el mar de Beaufort, junto a Canadá. Los registros anómalos aparecieron a mediados de la semana pasada, con zonas en las que el mercurio ha llegado a superar en 12 ºC el promedio histórico de estas fechas. Lejos de remitir, entre mañana y el viernes llegará hasta el mar de Kara una nueva burbuja de aire cálido procedente de Siberia Occidental.
Rusia lleva varios meses con temperaturas muy por encima de la media. Allí nunca se había registrado un invierno tan caluroso y eso que la serie histórica abarca cerca de 130 años. Según el servicio meteorológico ruso, gran parte del país mostró anomalías positivas de hasta 6 y 8 ºC. Los meses de diciembre, enero y febrero en conjunto superaron en 1,3 ºC la anterior plusmarca que databa de 2015-16, cuando la Tierra experimentó un incremento de temperaturas sin precedentes ligado a un poderoso fenómeno de El Niño. En esta ocasión el planeta no está expuesto a un calentamiento adicional que vaya más allá del actual cambio climático, por eso los datos llaman tanto la atención.
Temperaturas 20 ºC más altas de lo habitual
El calor ha continuado también esta primavera, trasladándose al Ártico, que vivió un mes de abril considerablemente más cálido de lo normal. Amplias zonas llegaron a aproximarse durante varios días a los 0 ºC y esto allí es excepcional, esas temperaturas supusieron anomalías positivas cercanas a los 20 ºC, tal y como ha recogido la NASA en informes recientes.
Normalmente la temporada de deshielo en el Ártico llega sobre el 26 de mayo (primero de tres días con una fusión superior al 5%); en esta temporada comenzó oficialmente el día 16. Siendo una fecha muy precoz, supone un claro retraso respecto a 2016, cuando el hielo comenzó a fundirse el 11 de abril. Más preocupante es la extensión total del hielo marino que se observa a mediados de mayo, la tercera más baja en los últimos 40 años -al menos-.
Este año alberga sus propios récords, como el ya mencionado ruso o el que actualmente ostenta el mar de Kara. En esta parcela marítima la extensión de hielo está mostrando un mínimo histórico para la fecha, muy probablemente ligado con el calor que está experimentando el norte de Siberia. En Groenlandia el derretimiento anual de la capa de hielo también ha empezado dos semanas antes de lo habitual. Todo esto no hace más que fundamentar la nueva realidad climática donde el Ártico y sus alrededores conforman el eslabón más débil. Allí este tipo de ‘olas de calor’ parecen estar aumentando su recurrencia y esto se refleja en su temperatura media, que solo en la última década ha aumentado 0,75 ºC según una investigación publicada en diciembre en Science Advances.