El huracán Larry podría condicionar el tiempo de las próximas semanas
La circulación de latitudes medias está bastante ondulada, el descuelgue de DANAs y depresiones por nuestras latitudes es un buen indicador de ello. Sin embargo, la futura extratropicalización de Larry podría traer aún más cambios a España en el medio plazo.
El otoño meteorológico está comenzando con un chorro polar repleto de meandros. La circulación de latitudes medias está interrumpida por pronunciadas ondas de Rossby e incluso anticiclones de bloqueo un tanto atípicos. Es el caso del anticiclón situado en las proximidades de las Islas Británicas, donde han registrado presiones mucho más altas de lo habitual en estas fechas. Como consecuencia, también se han descolgado depresiones a latitudes más bajas, siendo el caso más destacado el de la DANA que nos ha afectado en esta última semana.
A medio plazo no parece que este escenario vaya a cambiar en Europa y el Atlántico Norte, donde este chorro polar ondulado permitirá que las masas de aire se desplacen lejos de sus latitudes de origen. Esto facilitará que sigan produciéndose episodios de temperaturas atípicas y también de inestabilidad a lo largo del continente, con convección abundante y tormentas intensas en la parte delantera de las pronunciadas vaguadas y danas que se formen.
Además, sobre este escenario entrará un nuevo factor: el huracán Larry se está intensificando y a finales de la semana que viene se incorporará al chorro polar, extratropicalizándose y transformándose en una profunda borrasca en mitad del Atlántico Norte. Larry como tal no nos afectará directamente, pero sí el efecto en cadena que provocará en nuestras latitudes al alterar el chorro polar. Al irrumpir en la circulación de latitudes medias, provocará una onda de gran amplitud que se propagará hacia el oeste y que desplazará las masas de aire muy lejos de su latitud de origen.
Varios escenarios posibles, pero todos ellos implican cambios
Aunque la extratropicalización de Larry puede tener consecuencias muy importantes en las condiciones meteorológicas de la Península Ibérica, lo cierto es que estamos hablando de una predicción a plazo medio con una incertidumbre elevada. Para empezar, la circulación de latitudes medias está ya de por sí ondulada, por lo que antes de que esto suceda, tendremos cambios importantes por delante: durante este fin de semana una masa de aire subtropical hará subir las temperaturas notablemente. Después, la influencia de una DANA situada al oeste peninsular podría dejar nubosidad y algunas precipitaciones en zonas del norte durante el comienzo de la semana.
Posteriormente, de cara a finales de semana, Larry se incorporará al chorro polar desestabilizando su circulación aún más y provocando un gran desalojo de aire frío sobre el oeste de Europa, dando lugar a una vaguada de gran amplitud. Dependiendo de dónde se sitúe esa vaguada, las consecuencias sobre la Península Ibérica podrían cambiar mucho. Si se sitúa sobre el continente, el efecto más notable sería un descenso térmico muy acusado y la llegada de frentes al noroeste, dejando una situación otoñal en gran parte del territorio
Otra opción es que esa gran vaguada, resultante de la interacción de Larry con el chorro polar, se descuelgue más al oeste, sobre el Atlántico próximo. En ese caso el descenso de temperaturas será menor y llegará más tarde, sin embargo, estaremos expuestos a un flujo marítimo subtropical muy inestable que podría dar lugar a un nuevo episodio de tormentas severas sobre la Península Ibérica. Por supuesto, tampoco es descartable que una vaguada de semejante amplitud pueda cerrar su circulación y transformarse en una BFA (baja fría aislada) o una DANA. Para concretar todos estos posibles escenarios tendremos que esperar a que se reduzca la incertidumbre.