¿Huracán en el Mediterráneo? El 'medicane' Ianos pone rumbo a Grecia
Aunque los medicanes y los ciclones subtropicales no son una novedad en el Mediterráneo, Grecia se prepara para la visita del que puede ser un auténtico ciclón tropical cuya intensidad y estructura está sorprendiendo a muchos.
Para que un ciclón tropical pueda desarrollarse, es imprescindible un mar templado, una baja cizalladura y un entorno relativamente húmedo. El Mediterráneo, por su latitud y entorno geográfico suele ser poco dado a la formación de este tipo de sistemas. Sin embargo, bajo ciertas condiciones y muy especialmente en esta época del año, puede ofrecer condiciones suficientes para el desarrollo de ciclones subtropicales (híbridos entre los tropicales y los no tropicales) o incluso tropicales.
En el caso que nos concierne, un débil embolsamiento de aire frío en altura y una pequeña baja orográfica en superficie han servido de precursores para iniciar la convección y acabar desarrollando un ciclón que, poco a poco, ha ido adquiriendo características tropicales. No es la primera vez que se forma un ciclón de este tipo en esta región, normalmente se producen de media 1 o 2 al año y reciben desde hace poco tiempo el nombre de 'medicanes'. Sin embargo, este ciclón en concreto puede ser bastante más especial.
A últimas horas del pasado miércoles, la convección tenía tomado completamente el núcleo del ciclón y era el motor principal del mismo, su estructura ganó simetría y empezó a mostrar un nucleo cálido profundo. También se reportaron vientos sostenidos de hasta 81 km/h en un barco que se aproximó a tan solo 70 km del centro del sistema. Estas características lo convirtieron automáticamente en una tormenta tropical típica, cuyos vientos con fuerza de temporal (>64 km/h) se dejaron notar en puntos como el Cabo Spartivento, en la costa del sur de Italia a casi 180 km de distancia.
Actualmente el sistema ha fluctuado en intensidad, disminuyendo la profundidad de la convección durante estas últimas horas lo que puede haber frenado ligeramente el ritmo de intensificación. Sus vientos máximos sostenidos rondan los 90 km/h con rachas probablemente superiores a los 100 km/h y produce abundante actividad tormentosa en su entorno. De acuerdo con los modelos actuales, debería empezar a desplazarse hacia la costa suroeste de Grecia, así como reanudar su intensificación.
¿Un huracán en el Mediterráneo?
Lo cierto es que los modelos actuales prevén una intensificación considerable antes de tocar tierra, con presiones mínimas que podrían acercarse a los 980 hPa y vientos sostenidos superiores a los 120 km/h. La incertidumbre en la previsión de un sistema como este nos debe hacer tomar esos datos con prudencia, aunque bien es cierto que es una opción probable y a tener en cuenta.
El impacto de un ciclón que puede alcanzar la categoría 1 en la escala Saffir-Simpson puede ser muy significativo, por ello el servicio meteorológico griego ha activado avisos rojos en la Península de Peloponeso y zonas próximas especialmente de la costa occidental.
Aún en un caso conservador, en el que el ciclón Mediterráneo tocase tierra como una potente tormenta tropical o subtropical, las rachas de viento podrían alcanzar los 120 km/h y las precipitaciones superar holgadamente los 200 l/m2 en áreas mucho más extensas de lo que lo haría un sistema tormentoso ordinario. Tampoco hay que olvidarse del oleaje, que superaría fácilmente los 6 metros de altura.
¿Es un medicane un ciclón tropical típico?
La palabra 'medicane' sirve para designar a ciclones con características tropicales que se forman en el Mediterráneo. En la definición también se incluye la presencia de un ojo despejado en su estructura, algo no sólo exclusivo de los huracanes potentes, sino también de tormentas subtropicales o tropicales en algunas etapas de su desarrollo.
La mayoría de los huracanes de otros océanos se forman a partir de ondas tropicales, pero algunos de ellos lo hacen a partir de una transición tropical, es decir, una borrasca, vaguada o DANA de latitudes medias que se desplaza a una zona favorable para la formación de ciclones tropicales. En el Mediterraneo sólo pueden formarse por el segundo mecanismo, debido a su localización y latitud.
Sin embargo, en el Altántico muchas tormentas tropicales y huracanes son 'medicanes', o mejor dicho, se forman del mismo modo que los medicanes. Algunos son muy conocidos por haberse acercado a la Península Ibérica como Vince (2005), Grace (2009), Leslie (2018) o Pablo (2019) entre otros muchos.
El Centro Nacional de Huracanes no hace distinción entre estos sistemas y los considera a todos ciclones tropicales mientras su estructura presente esos rasgos definidos. Por tanto, los medicanes son el mismo fenómeno en otra ubicación. Una ubicación menos favorable, eso sí, que impide que alcancen gran intensidad en la mayoría de los casos.
El ciclón de los mil nombres
La ausencia de un seguimiento oficial de los ciclones mediterráneos impide que se le asigne un nombre como sucede con las tormentas tropicales del Atlántico, sin embargo, han sido varias agencias, servicios meteorológicos y comunidades las que han dado nombre a este sistema. El resultado es que ha sido bautizado numerosas veces. 01-M, Cassilda, Udine o Ianos son algunos de los nombres utilizados, siendo este último el más utilizado por el servicio meteorológico griego y 01-M la nomenclatura para designar la primera tormenta (sub)tropical del año en el Mediterráneo.