Tiempo de invierno en España, ¿de dónde vendrá la masa de aire frío y por qué es importante saber su procedencia?
Aunque las masas de aire polares y árticas tengan muchas similitudes, también tienen diferencias fundamentales que puede condicionar mucho la situación meteorológica asociada. Aquí explicamos sus características y principales diferencias.
Durante estas últimas semanas se han producido intrusiones de aire de diversa procedencia y naturaleza, sin embargo, las más predominantes han sido las de origen marítimo subtropical. Estas masas de aire han sido impulsadas desde el Atlántico central y subtropical por grandes borrascas que han afectado al oeste de Europa.
Las características principales de las masas de aire subtropicales son su elevada temperatura, que se ha mantenido en valores muy suaves para un mes de noviembre, y su abundante contenido de humedad, responsable de las precipitaciones generalizadas y en algunos casos fuertes que se han registrado en la vertiente Atlántica.
Sin embargo, todo apunta a que con la configuración sinóptica prevista para los próximos días nos afectarán masas de aire completamente distintas. Su procedencia esta vez no será subtropical, sino que tendrán su origen en latitudes muy superiores y, por tanto, serán mucho más frías.
También tendrán un contenido de humedad inferior, por lo que cabe esperar que las precipitaciones sean menos intensas y generalizadas que en episodios anteriores vividos en este otoño, pero estas precipitaciones, aunque más escasas, serán frecuentemente de nieve en los sistemas montañosos cuando se produzcan.
Hay varios tipos de masas de aire que cumplen con estas características, las polares y las árticas. También podemos hacer una distinción entre las que tienen un origen marítimo y las que tienen un origen continental, muy diferenciadas por el contenido de humedad que presentan, siendo significativamente menor en las continentales.
Advecciones árticas y polares: frías pero con distinto origen
Las masas de aire ártico tienen una procedencia muy concreta: el círculo polar ártico. Son las que se originan de mayor latitud y, por tanto, son muy frías. En general tienen recorrido tanto por mar como por zonas continentales, presentando unas características mixtas; son relativamente secas, pero pueden adquirir humedad a su paso por el Mar del Norte o el Cantábrico dando lugar a fuertes nevadas en la Cordillera Cantábrica y Pirineos.
En el caso de las advecciones polares, en contra de lo que se puede pensar, no proceden del ártico, ni concretamente "del polo norte" sino de latitudes más elevadas que no tienen por qué ser el circulo polar ártico. Aquí sí podemos hacer una distinción mucho más clara entre las que tienen un origen marítimo (Atlántico norte), húmedas y frescas, y las que tienen un origen continental (Eurasia), secas y muy frías.
¿Son las árticas las más frías?
Lo más fácil es pensar que sí. Son las que proceden de más al norte, con origen sobre el océano glacial ártico, pero no siempre son las más frías. Dentro de las advecciones de aire polar hemos mencionado, existe una importante distinción entre las de origen marítimo y las de origen continental.
Estas últimas, en ocasiones, tienen un largo recorrido por el noreste de Europa o incluso por Siberia, donde las temperaturas pueden caer incluso por debajo de las registradas en el ártico, además de ser extremadamente secas. Las masas de aire polar continental han sido responsables de muchas de las olas de frío más importantes de las últimas décadas.
El origen de la masa de aire de la próxima semana
Durante la semana que viene indudablemente nos visitará una masa de aire cuyo origen estará a una latitud muy superior a la nuestra. Si analizamos la procedencia de este aire en los días anteriores, podemos observar que, pese a ser bastante fría, tiene su origen lejos del ártico. Procederá inicialmente del Atlántico norte, por lo que estaremos hablando de una masa de aire de origen polar marítimo, sin descartar que más adelante pueda variar a un origen más continental pero de corto recorrido, concretamente del interior de Europa.
Con esta situación experimentaremos un descenso de las temperaturas que, si bien no va a ser excepcional, nos dejará en muchas zonas valores plenamente invernales y las primeras heladas generalizadas en el interior. La nieve, de momento, restringida a los principales macizos montañosos y su entorno, aunque en cotas mucho más bajas que en días anteriores.