Han llegado al misterioso lado oculto de la Luna, ¿qué han visto?
China ha hecho historia logrado alunizar en el lado oculto de la Luna. Descubre por qué esta cara es diferente a la que conocemos y los planes científicos que tienen.
El lado oculto de la Luna es el hemisferio lunar que nunca logramos ver desde el planeta Tierra. Esto ocurre por una simple razón, nuestro satélite natural realiza simultáneamente un movimiento de rotación sobre su propio eje y un movimiento de traslación alrededor de la Tierra, ambos movimientos son sincrónicos y con una duración aproximada de 28 días, por lo tanto la Luna siempre nos muestra la misma cara. La porción desconocida que nunca nos muestra suele ser llamarla “la cara oscura de la Luna”, ese concepto es erróneo porque el Sol sí la ilumina, solo que nosotros con los pies en la Tierra no alcanzamos a ver nunca, por eso la referencia correcta es "la cara oculta”.
La sonda Chang'e4 fue lanzada el 8 de diciembre del 2018 desde el Centro de Lanzamiento de Satélites Xichang, en la provincia de Sichuan, y alunizó con éxito en el cráter Von Kárman de 186km de diámetro, situado en la cuenca Aitken en el Polo Sur el 3 de enero del 2019 a las 10:26 horario de China, según informó la Administración Nacional del Espacio de China (CNSA, por sus siglas en inglés).
Las dos caras de la Luna
Los científicos suponen que la Luna se originó tras el impacto de un enorme objeto contra la primitiva Tierra hace miles de millones de años atrás, dejando dos cuerpos celestes por separado girando alrededor del Sol. La Luna recién creada y la Tierra, mantenían en ese momento su superficie a muy elevadas temperaturas, pero como nuestro satélite natural es 3,6 veces más pequeño que la Tierra se enfrió más rápido, aunque no lo hizo de manera uniforme.
El hemisferio que está enfrentado hacia la Tierra se mantuvo caliente durante más tiempo irradiado por el calor que producía nuestro planeta, mientras que era impactado por sucesivos meteoritos que rompieron la corteza, liberando grandes lagos de lava basáltica (roca ígnea volcánica), que formaron los llamados “mares lunares”, esas manchas oscuras que logramos detectar a simple vista una noche de Luna llena.
La cara de la Luna que nunca se enfrenta a nuestro planeta logró enfriarse antes y como resultado su corteza es mucho más gruesa, además carece de mares lunares porque los impactos de meteoritos no derramaban basalto, posee valles, cráteres y montañas en su lado oculto. En el año 1959 la nave espacial soviética “Luna 3” transmitió por primera vez imágenes de la cara oculta de la Luna; ahora la sonda Chang'e4 envío nuevas fotos y planea realizar diversas investigaciones sobre su superficie en esta misión.
Los objetivos de la misión pionera
Un vehículo de exploración empezará a recorrer este paisaje lunar, con seis ruedas y dotado de una cámara panorámica, un radar y un espectrómetro de imágenes infrarrojas. La nave espacial también posee cámaras y un espectrómetro de baja frecuencia, y lleva además a bordo huevos de gusano de seda, semillas de algunos vegetales y flores, para observar la germinación en condiciones de baja gravedad.
Analizarán la composición del terreno y el relieve de la zona, lo que podría dar pistas sobre los orígenes y evolución de nuestro satélite natural, nuestro propio planeta y todo el Sistema Solar. Transmitirá hacia la Tierra los datos recabados a través del satélite Queqiao que sirve de enlace, ya que la sonda no puede hacerlo directamente porque la propia masa de la Luna se lo impide.
China en la carrera espacial
"Se ha abierto un nuevo capítulo en la exploración lunar por parte del hombre", dijo la agencia espacial china en un comunicado. El programa espacial chino ha logrado enormes progresos en la última década, y es sin duda un nuevo y poderoso actor en la carrera espacial. Se dio a conocer que en 2022 planean tener su propia Estación Espacial Internacional, y además enviarán una misión tripulada a la Luna en 2030.
Este es el Año de la Luna, se cumplen 50 años de la misión tripulada Apolo 11 de la NASA, en aquella oportunidad el ser humano (con Neil Armstrong como protagonista) pisó por primera vez la superficie del satélite, en julio de 1969.