Gato del desierto o de las arenas: un felino desconocido, adorable y experto en cazar serpientes venenosas

De aspecto adorable y habilidades extraordinarias, este pequeño felino sigue siendo un misterio para muchos, pues es difícil de ver. Te contamos hoy todo lo que sabemos de este esquivo animal.

Gato del desierto
La agilidad de este felino le permite esquivar ataques y acabar con las serpientes con potentes mordiscos, consolidándose como un depredador clave en su ecosistema.

En algunos de los rincones más inhóspitos del mundo, donde las temperaturas diurnas son abrasadoras y las noches gélidas, vive un pequeño y enigmático depredador. Este animal es tan esquivo que muchos no saben de su existencia, pero quienes lo han estudiado lo describen como un maestro de la supervivencia y un cazador tan adorable como letal.

El origen y descubrimiento de este maestro del desierto

Estamos hablando de "El gato del desierto", que también es conocido como gato de las arenas (Felis margarita), un felino pequeño y fascinante originario de las regiones más áridas de África, Oriente Medio y Asia Central.

Su hábitat incluye el desierto del Sahara, la península arábiga, los desiertos de Irán y Pakistán, e incluso el inhóspito Karakum en Turkmenistán.

Este felino fue descubierto por el naturalista francés Victor Loche en 1858, quien lo describió por primera vez tras observarlo en el desierto argelino. Loche decidió bautizar al animal con el nombre de "Jean Auguste Margueritte", el general francés a cargo de la expedición que condujo al descubrimiento de la especie.

Un camuflaje perfecto por sus características físicas

Lo cierto es que estamos hablando de un felino que es un experto en pasar desapercibido. Su tamaño es modesto, ya que mide entre 39 y 52 centímetros de longitud (sin contar su cola de 20 a 30 centímetros) y su peso está entre el kilo y medio y 3,5 kilos.

Este animal está perfectamente adaptado a su entorno, con patas cortas y anchas cubiertas de pelo que lo protegen del calor abrasador de la arena y le permiten moverse sin hundirse. Su pelaje es de un color arenoso claro, con líneas más oscuras en las extremidades y la cola, lo que le ofrece un camuflaje ideal contra los depredadores y las presas.

Además, sus orejas son grandes y redondeadas, colocadas bajas en la cabeza, lo que le otorga una audición excepcional para detectar presas bajo la arena. Sus ojos verdes o amarillos, con pupilas verticales, le confieren una visión nocturna extraordinaria, esencial para cazar durante la noche, cuando el desierto cobra vida.

Un excavador incansable y cazador audaz

Otra de las particularidades de este gato es que es un experto excavador, una habilidad poco común entre los felinos. Utiliza sus fuertes patas delanteras para excavar madrigueras, donde se refugia durante el día para escapar del calor extremo. Estas madrigueras también le sirven como escondite para emboscar a sus presas.

Lo más sorprendente de este felino es su valentía al enfrentarse a presas peligrosas. Se alimenta de pequeños roedores, lagartos e insectos, pero también caza serpientes venenosas como las víboras de arena (Cerastes).

A pesar de su impresionante habilidad para cazar serpientes venenosas, el gato del desierto no representa un peligro para los humanos. Es un animal tímido y esquivo que evita el contacto con personas. De hecho, sus hábitos nocturnos y su camuflaje natural hacen que sea extremadamente difícil avistarlo en su hábitat.

¿Está el gato del desierto en peligro de extinción?

Aunque el gato del desierto está catalogado como una especie de "Preocupación Menor" por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), enfrenta amenazas como la pérdida de su hábitat, la caza furtiva y la disminución de sus presas debido a la actividad humana.

A esto se suma que su carácter esquivo ha dificultado los estudios sobre su población, pero los expertos coinciden en que es esencial proteger los frágiles ecosistemas donde habita. Además, el cambio climático, con sus impactos en los ecosistemas desérticos, podría alterar drásticamente las condiciones que garantizan su supervivencia.