Una fuente de vino gratis en el Camino de Santiago: la parada más curiosa para los peregrinos

En plena ruta jacobea, una fuente muy peculiar ofrece algo más que agua: reparte sonrisas, energía y una copa de vino tinto para seguir avanzando. Te contamos dónde se encuentra.

Fuente del Vino de Nodegas Irache
Las Bodegas Irache ofrecen una fuente gratuita de vino joven a los pergrinos que realizan el Camino Francés de Santiago. Imagen: Bodegas Irache.

En el corazón del Camino Francés, uno de los trayectos más populares del Camino de Santiago, se encuentra una parada que ningún peregrino olvida. En el pequeño núcleo navarro de Irache, dentro del municipio de Ayegui, una fuente se ha convertido en símbolo de hospitalidad, tradición y una pizca de magia. Aquí, el caminante no sólo encuentra agua fresca, también un vino joven gratuito para levantar el ánimo y brindar con otros viajeros.

Las Bodegas Irache, cuya historia comienza en 1891, están íntimamente ligadas al cercano Monasterio de Irache, un lugar que ya en el siglo XII funcionaba como hospital para peregrinos.

Al pie del histórico Monasterio de Irache y justo al lado de las reconocidas bodegas del mismo nombre, este insólito surtidor ha adquirido fama internacional. Cientos de personas se acercan cada día para probar ese trago simbólico que los conecta con siglos de historia y con un legado monástico que cuidaba cuerpo y espíritu.

Un brindis con siglos de historia

La tradición vinícola en esta zona no es nueva. Desde hace más de mil años, los monjes benedictinos del Monasterio de Irache ya producían vino para los viajeros. Este elixir se ofrecía tanto a nobles como a caminantes exhaustos, en un gesto de hospitalidad que hoy renace gracias a la fuente de Bodegas Irache.

El vino servía como fortificante, especialmente en tiempos donde las condiciones del camino eran duras y muchos peregrinos llegaban enfermos o deshidratados. Lo que comenzó como un acto de caridad se ha transformado en un símbolo del espíritu jacobeo. “Si quieres llegar a Santiago con fuerza y vitalidad, de este gran vino echa un trago y brinda por la felicidad”, reza una inscripción junto a la fuente.

Instalada oficialmente a finales del siglo XX, la fuente se ha convertido en uno de los puntos más fotografiados del Camino. Una cámara web en tiempo real permite ver a los peregrinos disfrutar de ese pequeño lujo antes de continuar su viaje. Dos grifos, uno de agua y otro de vino, esperan a los sedientos, aunque según dicen, el más utilizado no es precisamente el del agua.

Vino joven y espíritu alegre

Cada día se reparten alrededor de 100 litros de vino, elaborados con uvas Tempranillo y Garnacha. Se trata de un tinto joven, sin paso por barrica, que destaca por su frescura y facilidad para beber. En los días de más calor, se sustituye por un vino rosado igualmente suave y refrescante, adaptado a los gustos y necesidades del peregrino estival.

Fuente de vino gratuita de Bodegas Irache
Una cámara web en tiempo real permite ver a los peregrinos disfrutar de la fuente de vino gratuita de Bodegas Irache antes de continuar su viaje. Imagen: Bodegas Irache.

Este gesto generoso es posible gracias a las Bodegas Irache, que mantiene viva la tradición con orgullo. Para ellos, compartir su vino es también compartir un pedazo de historia y una forma de conectarse con personas de todo el mundo. Y es que la fuente no entiende de idiomas ni fronteras: sólo de almas cansadas que necesitan un refrescante empujón.

Es imposible no sentirse parte de algo más grande al beber de esta fuente de vino. Muchos peregrinos lo describen como un momento casi ritual, un instante para detenerse, reflexionar y, por supuesto, brindar por el camino que aún queda por recorrer.

Paisajes que embriagan más que el vino

El tramo que rodea Irache es un regalo para los sentidos. Desde los verdes campos de Navarra hasta los viñedos que anuncian la entrada a La Rioja, el paisaje se transforma en una postal en movimiento. Estella, Logroño, Nájera o Santo Domingo de la Calzada son sólo algunos de los lugares que se atraviesan tras ese emblemático sorbo.

La belleza natural acompaña al peregrino en cada paso. El vino, en este contexto, no sólo calma la sed, también realza la experiencia, agudiza los sentidos y transforma el cansancio en satisfacción. El entorno, salpicado de pueblos con encanto e historia, convierte el esfuerzo en una vivencia profunda y memorable.

Brindar rodeado de este paisaje es un auténtico placer, además de una forma de celebrar la vida, el camino y la compañía de los que comparten el Camino Francés de Santiago. Porque en el Camino, cada detalle importa, y cada parada es una historia en sí misma.

La fuente de vino que cruzó fronteras

Lo que comenzó como una iniciativa local se ha transformado en un fenómeno mundial. Medios internacionales han puesto su foco en esta curiosidad navarra, atrayendo la atención de viajeros de lugares tan lejanos como Corea, Canadá o Estados Unidos. La fuente de vino de Irache se ha convertido en toda una embajadora del Camino de Santiago.

Bodegas Irache ha recibido entrevistas de medios extranjeros interesados no sólo en el vino, también en las historias que nacen junto a la fuente. Testimonios de fe, de superación, de búsqueda personal… Todos convergen en ese pequeño rincón donde el vino fluye como símbolo de bienvenida y aliento.

A diario, trabajadores de la bodega comparten momentos emotivos con quienes hacen parada en el lugar. Cada trago de vino tiene detrás una razón, un sueño, un objetivo. Desde quien peregrina por promesa hasta quien busca respuestas o simplemente aventura, todos brindan con la misma ilusión.