¿Qué es este extraño halo rojo que han fotografiado en el cielo de Italia?
El pasado 27 de marzo un efímero y misterioso halo de luz roja iluminó el cielo de Italia. El fotógrafo Valter Binotto lo pudo captar, y aunque puede parecer extraño, este fenómeno fue producido por una tormenta lejana.
Un gran halo de luz roja centelleó en el cielo nocturno de Italia antes de desaparecer en milisegundos. Aunque muchos quisieron asociar ese espectáculo estelar con un OVNI, lo cierto es que fue causado por un pulso electromagnético procedente de una tormenta lejana. Como sea, este espectáculo visual ocurrido el pasado 27 de marzo pudo ser captado por la cámara del fotógrafo Valter Binotto.
En concreto, un enorme halo circular con una inquietante luz roja apareció en los cielos italianos para desaparecer en pocos milisegundos. Es por esto que casi nadie vio el extraño espectáculo. Binotto captó la imagen desde Possagno, en la provincia de Treviso, en la región del Veneto, al norte del país. Pero el extraño anillo no estaba sobre su cabeza, sino al sur, en el entorno de la región de Las Marcas.
De acuerdo a lo señalado por Live Science, el anillo tuvo unos 360 kilómetros de diámetro. Este tipo del destello anular se conoce como "emisión de luz y perturbaciones de muy baja frecuencia debidas a fuentes de impulsos electromagnéticos", o ELVE por sus siglas en inglés, tal como lo detalla Spaceweather.
Los ELVE son un tipo raro de perturbaciones estratosféricas/mesosféricas resultado de la electrificación intensa de tormentas eléctricas, conocidos como sprites.
La efímera vida de los sprites
Los anillos rojos se crean cuando los pulsos electromagnéticos emitidos por los rayos golpean la ionosfera de la Tierra, la parte ionizada de la atmósfera superior que se extiende entre 80 y 644 km por encima de la superficie. Debido su vida efímera, las ELVE normalmente sólo son visibles para los satélites que orbitan la Tierra. Fueron descubiertos en 1990 gracias a las cámaras de los transbordadores espaciales de la NASA.
Según Spaceweather, la nueva imagen de Binotto es probablemente "la mejor fotografía jamás obtenida de uno desde tierra". Según explica el fotógrafo en su cuenta de Instagram, él lleva fotografiando estos eventos desde que los descubrió, y su primera toma fue en 2017. Desde ese momento lo intenta siempre que se dan las condiciones adecuadas. Para ello, se necesita una tormenta intensa lejana.
Es relevante que el cielo sobre el observador esté despejado, por lo que la tormenta es como una postal a lo lejos. La distancia debe estar entre 100 y 600 kilómetros. Hasta ahora Binotto los ha fotografiado sobre los cielos de Italia, Francia, Croacia, Austria y Hungría . A este tipo de sprite anular algunos lo llaman elfo o duende, y es el primero que logró con su cámara. Si ya es difícil fotografiar a un sprite, que es como un ligamento que parte hacia arriba de una tormenta, mucho más difícil es dar con estos “duendes”.
Cómo conseguir este tipo de fotos
Se cree que la tormenta que generó este efecto estaba descargando en la zona de Ancona, ciudad situada a unos 280 kilómetros al sureste de Possagno. Normalmente, los rayos no generan sprites porque no transportan suficiente corriente. Pero durante esta tormenta, un rayo inusualmente potente, al menos 10 veces más que los rayos normales, probablemente generó la onda de choque eléctrica, que luego golpeó la ionosfera.
Cuando los electrones del pulso electromagnético golpean la ionosfera, las partículas cargadas excitan los átomos de nitrógeno, que emiten el resplandor rojizo. No es la primera vez que un sprite se fotografía desde la Tierra. En febrero de 2021, un sprite rojo en Hawái fue captado junto a chorros azules, que son rayos que se disparan hacia arriba en lugar de hacia abajo. Y en abril de 2013, se fotografiaron sprites rojos sobre múltiples rayos en Nebraska.
Un rayo normal transporta entre 10 y 30 kiloamperios de corriente, mientras que este rayo fue unas 10 veces más fuerte de lo normal. Para los amantes de la fotografía, Binotto ofreció detalles del equipamiento que utilizó: “la foto se tomó con herramientas dedicadas a este tipo de tomas, una cámara Sony A7S de alta sensibilidad defiltrada a 51.200 ISO; objetivo Nikon 20 mm 1.8 a máxima apertura; grabador externo Atomos Ninja Flame 4K de 1/25 segundos”.