¡Bloqueo roto! Se abre la puerta a las borrascas en España
Por fin aparecen novedades en la situación meteorológica prevista a medio plazo en España. Un cambio en la dinámica del chorro polar podría traer cambios importantes en las condiciones meteorológicas que afectarían prácticamente a todas las regiones.
En estos últimos días, en España la situación meteorológica ha estado dominada nuevamente por el potente bloqueo anticiclónico. La temperaturas diurnas elevadas, las heladas nocturnas y la ausencia de precipitaciones han protagonizado la situación general. La excepción más notable la encontrábamos en Canarias, donde las islas de mayor relieve han acumulado algo de lluvia por retención de la masa de aire impulsada por los alisios.
En este final de semana ya se notan algunos cambios que hacen pensar que la dorsal anticiclónica no es tan fuerte como en semanas anteriores. Una pequeña DANA cruzará de sur a norte la Península dejando abundante nubosidad y algunas precipitaciones, que hoy viernes ya se están registrando en puntos del sur y centro peninsular. Sin embargo, a medio plazo se está empezando a gestar un cambio mucho más importante.
El bloqueo anticiclónico persistente y un chorro polar fuerte y estable han sido responsables de la incipiente sequía que lleva gestándose varios meses en la Península Ibérica, y también de fuertes temporales en el centro y norte de Europa. Las borrascas, impulsadas por el potente chorro y alimentadas por los inmensos contrastes térmicos de esas latitudes, adquirían una fuerza poco habitual.
Frente a esto, durante los primeros días de marzo, las temperaturas y geopotenciales subirán en el polo y nuestro bloqueo anticiclónico flaqueará, desplazándose hacia el norte y pudiendo dar lugar a un nuevo bloqueo en el norte de Europa. El chorro polar, mucho más débil y ondulado, bordeará por el sur este nuevo anticiclón y podría permitir que las bajas presiones afecten a nuestro territorio.
Consecuencias aún inciertas, ¿llegarán las lluvias?
Dado que estamos hablando de una previsión de medio o largo plazo, la incertidumbre es elevada, sobre todo si queremos referirnos a efectos o consecuencias concretas. Sin embargo, la situación sinóptica está respaldada por la mayoría de los escenarios previstos por nuestro modelo de confianza, el IFS de ECMWF.
Tanto el vórtice polar troposférico como estratosférico perderán completamente la estabilidad que les caracterizaba hasta ahora durante este invierno. No obstante, para averiguar en qué situación meteorológica se traducirá este cambio hay muchas incógnitas, que seguirán en próximos días.
Un escenario posible es la llegada una advección fría procedente del interior del continente. En este caso tendríamos un episodio de frío invernal, pero que sería escaso en precipitaciones. Se produciría en caso de que la dorsal anticiclónica migrase hacia el norte y diese lugar a un anticiclón potente ubicado entre el Mar del Norte y la Península Escandinava, provocando una situación de bloqueo persistente en esa zona. Sin embargo, este no es el único escenario posible, ni tampoco el más probable.
Otra posibilidad, contemplada por más escenarios que la anterior, es que el chorro adquiera cierta intensidad en el Atlántico Norte y logre bordear esa dorsal de altas latitudes por el sur. Si eso sucede, permitiría la llegada de frentes atlánticos o incluso sistemas de bajas presiones al entorno de la Península Ibérica, lo que sí podría garantizarnos un periodo de lluvias algo más generalizado que podría comenzar a finales de la próxima semana.
Lo que sí parece claro, es que la monotonía meteorológica de este invierno llega a su fin o por lo menos tendrá un inciso muy relevante durante la primera quincena de marzo.