Los fenómenos meteorológicos de magnitud extraordinaria previsiblemente tendrán continuidad en 2024
El año 2023 pasa a ser el más cálido de toda la serie histórica. En los últimos doce meses se han producido grandes anomalías y fenómenos extremos de magnitud extraordinaria.
Hoy es el último día de 2023 y, tal y como es costumbre en una fecha tan señalada como Nochevieja, se suele hacer balance del año que está a punto de terminar. Aquí, en Meteored, durante los últimos 365 días hemos ido informando de todo lo relevante sobre el tiempo y al clima. El seguimiento meteorológico que hacemos a diario nos ha ido permitiendo relatar a través de centenares de publicaciones cómo se ha ido comportando 2023. Ha sido un año frenético en el que no han parado de sucederse hechos extraordinarios.
Todos los años se baten récords climatológicos y se producen multitud de fenómenos meteorológicos extremos de alto impacto que son noticia. La propia recopilación de datos y su análisis comparado con los registros históricos, permite ir evaluando lo más o menos anómalo o singular que es un año en determinadas variables de interés meteorológico y climático como la temperatura, la precipitación o la cantidad de hielo marino, entre otras muchas. En 2023, las estadísticas han saltado por los aires.
Anomalías que se salen de escala
Uno de los hechos más significativos de lo que ha ido aconteciendo este año que está a punto de terminar es la magnitud y la persistencia que han tenido las anomalías cálidas, tanto del aire a nivel de la superficie terrestre como de la temperatura del agua superficial en extensas zonas oceánicas como el Atlántico Norte, sin olvidarnos tampoco de una reducción, nunca observada hasta ahora (era satelital), del hielo marino que rodea la Antártida.
Circunstancias tan excepcionales como estas, junto a otras singularidades igualmente destacadas, han dado como resultado un año récord que, junto al también excepcional 2022, invita a pensar en que estamos en un punto de inflexión.
Podemos afirmar que en 2023 el calentamiento global ha subido un nuevo escalón y que, además, previsiblemente, tendrá su continuidad en 2024, debido, entre otros factores, al actual evento de El Niño, de intensidad fuerte, que no empezará a declinar hasta bien entrada la primavera.
Aunque no se puede calificar de sorpresa el hecho de que 2023 haya sido nuevamente un año muy cálido a escala global, sí lo ha sido que haya desbancado a 2016, pasando a ocupar el primer puesto del podio de los años más cálidos de toda la serie histórica.
La gráfica de anomalías de temperatura que acompaña estas líneas no deja lugar a las dudas del salto hacia arriba que ha dado el citado calentamiento global este año, superándose durante la mayor parte del segundo semestre el famoso +1,5 ºC que establece el Acuerdo de París, e incluso llegándose a rebasar por dos veces los + 2ºC, la última de ellas el pasado día de Nochebuena. Algo así sólo se puede explicar por la acción combinada de varios factores.
Uno de esos factores ha sido, seguramente, la reducción que empezó a mostrar la superficie de hielo marino alrededor de la Antártida a partir de la pasada primavera (otoño austral). Los valores no se han “normalizado” hasta fechas recientes, coincidiendo con el inicio del invierno (verano austral).
Con un porcentaje significativamente menor de hielo antártico, es mayor la absorción neta de radiación solar en el sistema climático, con la consiguiente retroalimentación positiva de la temperatura.
Grandes anomalías también en España
Si ponemos la lupa en la península Ibérica, Baleares y Canarias, observamos un comportamiento similar en cuanto a las excepcionales anomalías que se han alcanzado, sin olvidarnos tampoco de la magnitud que han alcanzado algunos episodios meteorológicos generadores de lluvias torrenciales, vientos huracanados o granizo de gran tamaño. Al haber más energía disponible en la baja atmósfera, se intensifican los fenómenos ya de por sí adversos.
A falta de datos definitivos (completos) del año 2023, que se darán a conocer a lo largo del mes de enero, la AEMET ha hecho balance del año, enumerando los hechos más relevantes. Si, tal y como hemos comentado, 2023 va a pasar a ser el más cálido de toda la serie histórica, en el caso particular de España, quedará en segundo lugar, por detrás de 2022, que se mantiene en lo alto del podio.
Las cuatro estaciones del presente año han destacado por sus anomalías positivas de temperatura y la magnitud de las mismas. Aunque el verano de 2022 fue más cálido que el de 2023, en el de este año no han faltado las olas de calor (hubo 4), en que se alcanzaron valores de temperatura extraordinarios, con máximas que rondaron los 45 ºC.
Se han batido récords de calor por varios grados sobre el récord anterior. Destaca la máxima de 47,3 ºC en Sumacárcer, en Valencia, del pasado 10 de agosto, por no hablar de los 30 ºC que se rozaron en Málaga el pasado 12 de diciembre.
Tampoco podemos olvidarnos de la DANA de consecuencias devastadoras que tuvo lugar a principios de septiembre por la zona centro peninsular, impactando de lleno en la provincia de Toledo y en el oeste de la Comunidad de Madrid, o los récords de lluvia acumulada y vientos que dejaron a su paso algunas de las borrascas de alto impacto que afectaron a la Península, como Aline o Bernard, ambas el pasado mes de octubre.
El clima terrestre está alterado y cada año que pasa se manifiesta de forma más clara. Todo apunta a que en 2024 seguiremos con los sobresaltos meteorológicos a la orden del día. Con el calentamiento global y sus impactos en todo lo alto.