Fenómenos astronómicos de julio: ¿cuándo y dónde verlos?
A pesar de estar en las semanas con las noches más cortas del año, el cielo nocturno siempre tiene algo que ofrecer a la vista. Julio no será menos y nos traerá algunos eventos astronómicos muy interesantes.
El mes de julio, pese a tener noches muy cortas, es un momento muy favorable para disfrutar del cielo nocturno. Para empezar las temperaturas son más suaves por la noche, y además el número de días de cielo despejado es mayor que en casi todos los demás meses. Julio comenzará con una luna llena el día 3. Se tratará además de una superluna, por lo que cabe esperar que las noches de los primeros días del mes sean muy luminosas.
El mes contará además con varias lluvias de estrellas, sin embargo, no serán especialmente relevantes. Las más destacables serán las delta acuáridas y habrá que esperar a final de mes para observarlas.
Unas fechas en las que las perseidas, con su máximo apenas unos días después, estarán próximas y ofrecerán sin duda un espectáculo bastante más interesante. Esto es debido a que además la Luna a finales de mes volverá a estar en sus fases más luminosas y dificultará la observación de los meteoros.
Planetas y conjunciones
Durante mes será posible observar planetas como Marte, Venus, Mercurio o Júpiter. Concretamente, la madrugada del 14 será visible Júpiter junto a la Luna y las noches del 16 y el 22 serán Mercurio y Venus respectivamente los que se vean junto a nuestro satélite con menos de 4º de arco de separación.
Dado que la luna nueva se dará el día 18, en todos estos casos será poco luminosa y no deslumbrará por lo que será posible observar con claridad los planetas.
Las mejores noches de observación, a mediados de mes
Las mejores noches de observación se podrán disfrutar en las semanas centrales del mes, a partir del día 20 y especialmente durante las primeras horas de la noche, será visible la Luna y la luminosidad del cielo nocturno impedirá la observación de objetos de cielo profundo. No obstante, en días previos, siempre que las condiciones meteorológicas lo permitan y nos alejemos de la contaminación lumínica artificial, el cielo nocturno será muy oscuro y favorable.
Entre otros objetos de cielo profundo se podrá observar con relativa facilidad algunos como el Gran Cúmulo de Hércules, un espectacular cúmulo globular apreciable con un pequeño telescopio o incluso unos prismáticos, o la nebulosa Dumbbell una nebulosa planetaria algo más tenue pero que con un telescopio pequeño o unos prismáticos potentes ya será perfectamente apreciable.
Hay que recordar que, en contra de lo que podamos pensar, una nebulosa planetaria es el remanente de una estrella que ha llegado al final de su vida. En su interior permanece una enana blanca, como remanente del núcleo, mientras que el resto de la nebulosa está formada por los restos de las capas exteriores de la estrella.