Las posibles inundaciones en España por la borrasca Nelson alertan a los expertos. El deshielo se unirá a las lluvias
En los próximos días la borrasca Nelson dejará lluvias abundantes y un importante deshielo en zonas en las que el suelo ya está saturado de agua. Unos cuantos ríos pueden sufrir crecidas importantes.
En unas horas comenzará un importante temporal de lluvia de la mano de la borrasca de alto impacto bautizada como Nelson, cuyo centro se situará cerca de las islas británicas, aunque se prevén varias pequeñas borrascas secundarias que rondarán la península. Con este escenario llegarán frentes muy activos, reforzados por la presencia de un río de humedad atlántico.
Como ya vemos avisando en Meteored, esta será la Semana Santa más lluviosa de los últimos años en varias regiones, ya que se esperan precipitaciones que a lo largo de esta sucesión de borrascas y frentes serán abundantes y cuantiosas en buena parte de la vertiente atlántica y en la cara sur del Pirineo, donde lloverá sobre mojado. De hecho, se prevén desbordamientos y algunas inundaciones por el aumento del caudal de los ríos de algunas zonas.
Más de 200 l/m² en algunas zonas
De cumplirse las previsiones de nuestro modelo de referencia, hasta el Lunes de Pascua se pueden acumular más de 200 l/m² en el sector occidental del Sistema Central y entorno de Grazalema (en algunos sectores puntuales se pueden ir por encima de los 300 o 400 l/m²), sin descartar que los alcancen en puntos de Sierra Morena o en algún valle del Pirineo.
En otras zonas de los Montes de Toledo, Extremadura, suroeste de Galicia o en el oeste de Castilla-La Mancha pueden sobrepasar claramente los 100 l/m² en este temporal de vientos ábregos, los vientos llovedores por excelencia en gran parte de España. Las lluvias más escasas en este período se esperan en la costa mediterránea y en el archipiélago balear.
Factores que hay que considerar ante el riesgo de crecidas
Habrá precipitaciones abundantes, persistentes e intensas en regiones cuyos suelos están saturados de agua por las lluvias y nevadas de estas últimas semanas y meses, lo que aumenta la cantidad de escorrentía superficial, puesto que estos no son capaces de almacenar más agua y circula por la superficie. Esto puede ser problemático, ya que suele traducirse en anegamientos o pequeñas inundaciones en ciertos sectores.
A esto hay que sumarle el deshielo, que será significativo en cotas bajas y medias tras las nevadas de las últimas horas. Los ábregos dirigirán una masa de aire subtropical atlántica muy templada hacia la Península. Por último, otro factor a considerar es que unos cuantos pantanos situados cerca de las principales cordilleras o que han recibido grandes aportes, ya no dan más de sí, por lo que se han visto obligados a desembalsar ante el inminente episodio de lluvias.
En buena parte del Pirineo, en concreto en el sector navarro, oscense y en la Val d'Aran, pueden producirse algunos problemas debido al aumento del caudal de los ríos, así como en el entorno del Sistema Central. También en el entorno de Grazalema, Sierra Morena, las Villuercas, Ibérico, Sierra Nevada o suroeste de Galicia, entre otros, los ríos bajarán con más fuerza, sin descartar desbordamientos o anegamientos locales.
Un episodio muy positivo para la reserva hídrica y el campo
A pesar de los impactos del temporal en las procesiones de la Semana Santa o en el turismo, este episodio sin duda será muy beneficioso para el campo y las reservas hídricas de España de cara al verano. Desgraciadamente, la sequía seguirá agudizándose en las regiones mediterráneas, que como es habitual se quedan al margen con circulaciones de poniente.