Expertos al habla: esta ola de calor, ¿será extraordinaria?
Está a punto de llegar la primera ola de calor del año a nuestro país. Los modelos de predicción prevén temperaturas máximas de 45ºC en algunas ciudades, ¿serán extraordinarias? Expertos al habla...
La Agencia Estatal de Meteorología para mañana ya ha decretado avisos por calor en más de 30 provincias de la Península Ibérica y Baleares, casi todos amarillos, ante posibles máximas de hasta 38ºC. El sur de Madrid, Extremadura y el valle del Guadalquivir lucen de naranja por posibles registros superiores a los 40ºC. ¿Se avecina una ola de calor extraordinaria?
Francisco Martín, meteorólogo colaborador de Tiempo.com
Esta ola de calor de inicios de agosto cae dentro de los parámetros normales de las “olas” caniculares veraniegas, donde el sol aprieta de lo lindo en esas fechas. Pero se ha vuelto muy mediática por dos aspectos llamativos…
Uno previo y hemisférico: olas de calor persistentes en junio y julio que se han dado en grandes zonas del hemisferio norte, desde el Ártico hasta Japón, pasando por Siberia, con anomalías térmicas de hasta 15 ºC en zonas del norte de Finlandia y Suecia.
Y otro aspecto llamativo de carácter nacional: es la primera ola de calor en España después de un fresco arranque de verano de 2018, donde las temperaturas han estado por debajo de lo normal en algunas zonas.
Mientras la primera gran ola es parcialmente atribuible al calentamiento del planeta, la ola de calor en España es la típica veraniega. Habrá una dorsal persistente en altura, estancamiento de viento, entrada de flujo cálido y seco del sur en capas bajas de origen africano, subsidencia generalizada y cielos despejados con calentamiento diurno muy efectivo.
Tan importante como las temperaturas máximas, que en algunos puntos pueden rondar los 44-45ºC o más, estarán las temperaturas mínimas muy altas, que sumándose a las altas humedades en la costa mediterránea pueden dar lugar a noches muy cálidas y con bochorno acusado, donde conciliar el suelo será difícil sin ayuda de elementos refrigerantes.
Maider Rodríguez, meteoróloga en Canal Extremadura y colaboradora en Tiempo.com
A falta de un mes para que finalice el verano climatológico, es ahora cuando el calor va a apretar de verdad y de forma casi generalizada en la Península Ibérica. A partir de mañana, la irrupción de una masa de aire cálido de origen africano disparará los termómetros especialmente en la mitad sur peninsular, sobre todo en el cuadrante suroeste y en el Valle del Ebro.
Habrá que poner atención en las máximas que se esperan entre este miércoles y el próximo lunes, y sobre todo a los valores del jueves, viernes y sábado. En las Vegas del Guadiana, el Valle del Tajo, el Valle del Guadalquivir o el Alentejo portugués se esperan máximas de 44 a 45 grados.
En los últimos 40 años, la ola de calor más importante registrada en nuestro país y de mayor duración ha sido la de 2015 con 26 días y la temperatura más elevada los 46,9ºC que se alcanzaron el 13 de julio de 2017 en el Aeropuerto de Córdoba. No se espera que este episodio vaya a tener una duración tan extensa, pero habrá que estar pendientes porque se podrían pulverizar algunos récords de temperatura máxima en los próximos días.
Enrique Moltó, profesor del Departamento de Análisis Geográfico Regional de la Universidad de Alicante
Lo más importante es resaltar que la primera ola de calor sahariana del año está llegando a finales de julio y sobre todo en agosto, y eso ya es destacable, porque otros años las hemos tenido ya en junio, e incluso antes.
No obstante, lo reseñable de esta ola de calor es su intensidad. Se pueden superar los 45 grados en los puntos habituales del cuadrante sudoeste, los 40ºC en amplias zonas de la meseta y los 35ºC en zonas frescas poco habituadas, pero sobre todo su extensión, ya que no va a quedar libre ninguna zona.
Dicho esto, conviene destacar el hecho de que en el cuadrante sudeste hace semanas que el calor, si necesidad de ser ola de calor, ya aprieta, sobre todo por las elevadas mínimas nocturnas. En muchas de estas zonas puede que el calor no sea mucho mayor del que ya han tenido pero lo van a notar mucho más porque en los medios van a insistir mucho, y ya sabemos que al calor real hay que añadirle el que nos hacen percibir los medios de Madrid.