Estos son los cinco pescados que los niños no deberían comer y sus alternativas
Cuando se trata de la alimentación de nuestros hijos, el pescado es una opción que todos queremos incluir: ricos en proteínas, vitaminas, minerales y ácidos grasos omega-3. Pero no todos los pescados son igual de seguros, especialmente para los más pequeños.
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) tiene claras recomendaciones sobre qué pescados debemos evitar debido a sus niveles de contaminantes como el mercurio y otros metales pesados, que pueden ser perjudiciales para su salud.
El mercurio en nuestro organismo
El mercurio se almacena principalmente en los tejidos grasos y en órganos ricos en proteínas, donde se mantiene por largos períodos hasta su eliminación.
El cuerpo elimina el mercurio principalmente a través del hígado y los riñones. Una vez que el mercurio se metaboliza, es expulsado mediante heces, orina y en menos medida a través de la transpiración.
Lo malo es que la eliminación del mercurio es lenta tanto en niños como en adultos. El tiempo que tarda el cuerpo en reducir la concentración de mercurio a la mitad (vida media) es de aproximadamente 50 a 70 días. En casos de exposición crónica, puede acumularse más rápido de lo que el cuerpo puede eliminarlo, lo que lleva a niveles tóxicos.
Y en el de los niños
Los niños no deben estar expuestos a grandes cantidades de mercurio por varios motivos:
- Aunque la eliminación del mercurio es igual de lenta en niños y adultos, los niños son más vulnerables porque su cerebro está en desarrollo y merece un cuidado especial.
- Al tener menor peso corporal, las mismas dosis de mercurio generan concentraciones más altas en su organismo.
- Metabolismo en desarrollo: El sistema detoxificador de los niños (hígado, riñones y sistema inmunitario) aún no está completamente desarrollado, lo que puede hacer que su cuerpo sea menos eficiente en manejar los efectos tóxicos, aunque la tasa de eliminación sea similar.
En el caso de los adultos, si tenemos en cuenta la ingesta semanal tolerable de mercurio y teniendo en cuenta los límites de la legislación, un adulto de 70 kg podría consumir una ración a la semana de 200 g de atún, pez espada o cazón.
¿Qué pescados no deberían consumir?
Estos son cinco pescados que la EFSA aconseja no dar a niños pequeños y sus alternativas seguras para que puedas ofrecerles los beneficios del pescado sin preocupaciones.
Pez espada
El pez espada, al ser un depredador grande y longevo, acumula mercurio a lo largo de su vida.
Alternativa segura: Merluza. La merluza es un pescado blanco con un contenido muy bajo en mercurio y una excelente fuente de proteínas. Su sabor suave suele gustar a los niños y es ideal para una dieta equilibrada.
Atún rojo
El atún rojo es otro de los pescados que la EFSA recomienda evitar para los niños pequeños. Aunque el atún es muy popular, es importante diferenciar entre sus variedades.
Alternativa segura: Atún claro en conserva. El atún claro (o el bonito del norte) tiene un contenido de mercurio más bajo que el atún rojo y es seguro para los niños y adultos. Puedes ofrecerlo en ensaladas, bocadillos o pastas.
Tiburón (cazón o tintorera)
Es un depredador de gran tamaño que se encuentra en la cima de la cadena alimentaria, por lo que acumula mercurio y otros contaminantes a lo largo de su vida.
Alternativa segura: Lubina. Estos pescados son opciones más seguras para los niños. Tienen niveles de mercurio mucho más bajos y aportan proteínas y ácidos grasos omega-3 beneficiosos para su desarrollo cerebral.
Lucio
El lucio, que es un pez de agua dulce, también figura entre los pescados que es mejor evitar.
Alternativa segura: Trucha. La trucha es una excelente opción de pescado de agua dulce, con niveles de mercurio mucho más bajos. Además, aporta proteínas de alta calidad, vitamina B12 y ácidos grasos omega-3 que ayudan al desarrollo saludable de los niños.
Caballa gigante
Aunque la caballa es un pescado azul saludable, hay que distinguir entre la caballa de pequeño tamaño y la caballa gigante o grande.
Alternativa segura: Caballa pequeña o sardinas. La caballa común o pequeña (conocida como caballa del Atlántico) es segura y aporta omega-3. Las sardinas son también una alternativa maravillosa: además de ser ricas en calcio y vitamina D, tienen niveles bajos de mercurio y pueden ofrecerse en diferentes preparaciones.
Beneficios de incluir pescado en la dieta infantil
A pesar de los riesgos que algunos pescados representan, no debemos olvidar que el pescado en general es una fuente excelente de nutrientes importantes para los niños:
- Omega-3: Estos ácidos grasos son esenciales para el desarrollo del cerebro y la visión.
- Proteínas: De alta calidad, necesarias para el crecimiento y la reparación de tejidos.
- Vitaminas y minerales: El pescado es rico en vitamina D, B12 y fósforo, fundamentales para una buena salud ósea y cerebral.
¿Cuánto pescado deberían comer los niños?
Para aprovechar sus beneficios sin riesgos, se recomienda que los niños consuman pescado de 2 a 3 veces por semana, priorizando pescados de bajo contenido en mercurio y alternando entre pescados blancos (como la merluza) y pescados azules (como las sardinas). Ya hace mucho que eliminamos el mito de que un pescado era mejor que el otro.