Estas son las partículas ambientales que aumentan el riesgo de cáncer de pulmón
Casi dos millones de muertes al año al nivel global y más de dos millones de nuevos casos. Este es el balance de la principal causa de muerte por cáncer en el mundo: el cáncer de pulmón. ¿Cuáles son las causas?
La difícil detección temprana y el aumento de casos hacen que el cáncer de pulmón sea una de las grandes batallas en salud. No hay ninguna duda de que el tabaco (un 80% de casos de cáncer de pulmón es en fumadores) y el humo al que están expuestos los no fumadores, así como la exposición a sustancias como el amianto, están entre las principales causas de este tipo de cáncer.
Si bien más de la mitad de los casos son fumadores, otros tantos casos podrían asociarse a exposición a contaminantes ambientales. Pero, hasta hace poco, no se tenía información sobre cuáles son los mecanismos por los que la contaminación influye en las células pulmonares.
Un amplio estudio en varios países ha obtenido los resultados de que, entre todos los contaminantes ambientales, las partículas en suspensión (PM) son las más dañinas, encontrando una relación directa entre el cáncer de pulmón y las PM 2,5.
¿Qué son las PM?
Son partículas compuestas por una mezcla de sustancias de diferentes orígenes tanto humano como industrial e incluso naturales (como las emisiones volcánicas) que se clasifican por su diámetro aerodinámico.
Serán PM10 cuando tenga un diámetro inferior a 10 micras y PM 2,5 si es inferior a 2,5 micras. Este tamaño será muy importante porque es lo que marca lo profundo que pueden llegar a nuestros pulmones. Las más pequeñas podrán penetrar mucho más y es el motivo porque el que encuentra una relación directa con el cáncer de pulmón y otras enfermedades asociadas.
Los preocupantes resultados del estudio ESCAPE
Este estudio ha concluido, después de agrupar 17 estudios de cohorte europeos, que el aumento de la concentración de PM ambiental incrementaba el riesgo de cáncer de pulmón entre un 18% y 22% dependiendo del tamaño de la partícula y del aumento de la concentración. Así, un aumento de 5 μg/m³ en PM 2,5 incrementaba el riesgo de cáncer de pulmón un 18% y un aumento de concentración de 10 μg/m³ en PM 10 lo hacía en un 22%.
La contaminación ambiental se podría relacionar con el 36% de las muertes por este tipo de cáncer y, sin duda, hay que tomar (y pronto, porque las medidas funcionan) para disminuir estas partículas en nuestros entornos.
No obstante, si nos preocupa la contaminación ambiental para el cáncer de pulmón, lo tiene que hacer también el tabaquismo que, a día de hoy, sigue llevándose vidas. En ese caso sí está en nuestra mano ayudar a quitar ese terrible hábito.