¿Por qué el precio del aceite de oliva está tan alto y se prevé que siga subiendo?
El precio del aceite de oliva sigue en la cúspide de la ola, y son muchos los agentes y factores que intervienen en esta innegable actualidad que nos afecta a todos. Aquí os contamos los detalles.
No podemos olvidar el aceite de ninguna de las maneras: nos encontramos en España, cuna del olivar, una tradición y un alimento arraigado desde nuestra niñez a nuestra dieta y nuestro día a día. Quizá sea por este motivo, por el cuál, en los últimos meses, tan solo se hable de su alto precio y de la imposibilidad por parte de muchas familias de seguir empleando esta grasa tan saludable en nuestra alimentación.
Pero, ¿sabemos a ciencia exacta cuál o cuáles son los motivos de esta situación límite a la que han llegado los precios? Lamentablemente sólo podemos dar algunas respuestas, mientras otras muchas preguntas quedan en el aire.
Meteorología e incertidumbre en la producción
Uno de los factores más influyentes en el precio del aceite de oliva en España es la meteorología. La producción de aceite de oliva depende en gran medida de las condiciones meteorológicas, y las fluctuaciones en la cantidad de lluvia y temperaturas pueden tener un impacto significativo en la cosecha.
Acabó con todo, con la aceituna, con nuestros cultivos, con nuestro suelo, con nuestro trabajo...
Antonio Conde (@conde_onde) September 17, 2023
Castillo de Locubín, Jaén
Paisano de la Sierra Sur de Jaén
️ Tormentas de hace un par de días pic.twitter.com/Adg5aoyy9G
Los años de sequía o heladas pueden reducir la producción, lo que a su vez eleva los precios debido a la escasez de aceite. Es justamente esto, lo que se espera que ocurra durante esta campaña que acaba de empezar. La extrema sequía que acumula el campo durante los últimos cuatro o cinco años han puesto al límite muchas plantaciones de olivar en las cuales la producción será nula.
Las otras causas
Pero no sólo la meteorología explica la situación actual de los precios del aceite de oliva. También entran en juego diversos factores a considerar.
La competencia global
España es el mayor productor de aceite de oliva del mundo. Sin embargo se enfrenta también a una competencia externa muy fuerte en algunos países, lo que puede provocar una presión comercial que orbite los precios hacia abajo.
El aumento de los costes de producción
Otro de los principales factores causantes del actual precio del aceite de oliva es sin duda alguna el relacionado con el coste de producción, entendiendo como tal, el coste que sufre el productor, en este caso los agricultores, por los inputs necesarios para producir la aceituna.
Entre ellos, podemos hablar del coste del gasoil, que ha visto triplicado su precio en los últimos meses, o de los abonos y demás productos necesarios para luchar contra plagas y enfermedades.
Las matemáticas no fallan, y si aumentamos los costes de producción, ha de aumentar todo lo posterior a la producción. El problema real viene cuando, el propio agricultor sufre la subida de los costes pero no ve remuneración compensatoria en el producto vendido.
Especulación
La especulación en los mercados nacionales e internacionales del aceite de oliva también tiene un gran impacto en los precios, debido a que los inversionistas y especuladores pueden influir en los precios a través de operaciones en los mercados de futuros, lo que puede llevar a una mayor volatilidad en los precios.
La subida del precio del aceite es España es bestial, la curva es prácticamente vertical.
— Eduardo Saldaña (@EduardoSaldania) September 4, 2023
El precio en origen supera los 7/Kg. En los supermercados el litro ya supera los 10.
Sequía, malas cosechas y subida de los costes de producción están detrás de esta subida histórica. pic.twitter.com/DiQZqJ0I0M
El precio del aceite de oliva en España se ve afectado por una serie de factores interrelacionados que van desde las condiciones atmosféricas hasta la competencia global y las políticas agrícolas. Todo esto provoca una muy compleja combinación de desafíos y hace que la industria del aceite de oliva sea altamente sensible a las fluctuaciones de precios, lo que puede afectar tanto a los productores como a los consumidores.