¿Están más cerca los 50 ºC del verano en España tras los 30 ºC de ayer, en pleno mes de enero?
Los 30 ºC alcanzados ayer en España suponen un hito equivalente a rondar los 50 ºC en la canícula. Si hemos superado esta cota, impensable hace unos años, ¿es muy aventurado pensar que alguno de estos veranos daremos la campanada?
Las temperaturas han alcanzado cotas sin parangón estos días en España. Ayer los registros de la Comunidad Valenciana y de la Región de Murcia despertaron el interés de numerosos meteorólogos de todo el mundo. Lo que se vivió allí se asemeja a tener 50 ºC en verano, ahora veremos el porqué.
Los 30,7 ºC observados ayer en las localidades valencianas de Calles y Gavarda pueden entenderse como un hito. Esta cifra, la más alta registrada en Europa continental durante un mes de enero, no tendrá validez oficial como tal porque las estaciones meteorológicas no forman parte de la red que posee la AEMET, pero están en la Asociación Valenciana de Meteorología, un proyecto que se ha ganado la credibilidad del ámbito experto.
El escenario hipotético de la AEMET de 45 ºC
Este miércoles la delegación valenciana de la AEMET equiparó, en redes sociales, la temperatura máxima registrada ese día en Xàtiva, de 26,3 ºC, con la que se habría vivido en el mes de julio asumiendo la misma anomalía. El dato sobrepasó en 10 ºC el valor que se suele ver en enero, normalmente cercano a los 16,5 ºC. Si sumamos esa decena de grados a los 34 ºC que hay normalmente en los mediodías caniculares de Xàtiva sale una equivalencia de casi 45 ºC.
Y el nuestro con los 50 ºC
Ahora vamos a hacer ese mismo ejercicio con los 30,7 ºC de Gavarda o Calles, trasladando la anomalía de este jueves al mes de agosto. El modelo europeo pronosticó para el mediodía registros hasta 15 ºC más altos de lo normal en las comarcas valencianas de la Ribera Alta y Los Serranos. Si asumimos como válidas las temperaturas máximas que hubo en promedio en estas estaciones el pasado agosto, de 34,7 ºC y 34.3 ºC respectivamente, y sumamos 15 ºC de anomalía salen cifras muy cercanas a los 50 ºC.
Hace unos años hablar de esos valores estivales habría provocado bastante incredulidad, pero ahora ya se ven con otros ojos, los 50 ºC no se entienden tan descabellados. Aquí hemos hecho un paralelismo de trazo muy grueso -¡que me perdonen los más puristas!-, pero el resultado comienza a estar de algún modo amparado por lo que hemos visto en los últimos veranos, como los 47,6 ºC de la localidad cordobesa de La Rambla, del 14 de agosto de 2021, o los 46,8 ºC del pasado mes de agosto en Manises, Valencia.
Puede que pasen años hasta que veamos esa cifra en España, o no. El prestigioso modelo europeo los previó este verano en algunos de sus mapas estando a muy pocos días del desenlace, pero al final la nubosidad y la calima fueron un obstáculo. Un día no habrá tanto polvo en suspensión y brillará el sol con una dorsal anticiclónica de esta guisa. Quizá con viento de poniente junto al Mediterráneo. Y veremos.
¿Y por qué cada vez hace más calor?
Podemos recurrir a la respuesta amplia: por el calentamiento global. Un mundo más caldeado supone masas de aire con temperaturas más altas, y esto se hace más evidente si provienen de la zona subtropical. Al sur de la Península y al este de Canarias está el Sahara y allí un incremento de los valores supone agravar un calor ya de por sí extremo. Después basta con que una dorsal anticiclónica lo extienda hacia nosotros.
Y hablando de dorsales, ahí podemos encontrar una causa más concreta. Además de traer aire más cálido, esos anticiclones parecen más recurrentes en nuestra latitud, quizá por la expansión de la célula de Hadley (de los trópicos, por ende) debido a ese calentamiento. Esto es algo que los modelos climáticos venían avisando, tal y como advirtió ayer Juan Jesús González Alemán, investigador de la AEMET.