Estado de los embalses en España: ¿incrementará la DANA las reservas de agua?
En estos días se están registrando lluvias muy intensas, especialmente en el este y Baleares. Estas precipitaciones torrenciales generan grandes acumulaciones de agua en poco tiempo, provocando inundaciones y daños de cierta entidad.
Las inundaciones se deben principalmente a dos factores: la alta intensidad de las precipitaciones y la extrema sequedad del suelo, que impide la absorción adecuada del agua de lluvia. Tampoco hay que olvidar la ocupación de zonas inundables en áreas urbanas.
El agua embalsada en España baja del 50%
En las últimas semanas, especialmente a finales de agosto, en gran parte de la península ibérica se han registrado fuertes aguaceros, con acumulados que superan los 100 l/m² en cortos periodos de tiempo.
Sin embargo, como se verá a continuación, estas lluvias no se han traducido en una mejora significativa en los niveles de agua embalsada en las cuencas hidrográficas. Hay grandes diferencias entre las distintas zonas de la península en cuanto a la cantidad de agua almacenada
Cuenca | Capacidad | Agua embalsada | Variación sobre la semana anterior |
---|---|---|---|
Tajo | 11056 | 6610 (59,79%) | - 1,10% |
Guadiana | 9498 | 3891 (40,79%) | - 0,52% |
Guadalquivir | 8030 | 2632 (32,79%) | - 0,86% |
Ebro | 7802 | 4021 (57,53%) | - 1,77% |
Duero | 7600 | 5092 (67,00%) | - 2,43% |
Miño-Sil | 3030 | 2218 (73,20%) | - 1,82% |
Júcar | 2846 | 1196 (42,02%) | - 0,81% |
Guadalete - Barbate | 1651 | 367 (22,23%) | - 0,48% |
Mediterránea Andaluza | 1174 | 295 (25,13%) | - 0,68% |
Segura | 1140 | 196 (17,19%) | - 0,44% |
Galicia Costa | 684 | 515 (75,29%) | - 3.95% |
Cataluña Interna | 677 | 209 (30,87%) | - 0,74% |
Cantábrico Occidental | 490 | 367 (74,90%) | - 6,53% |
Tinto, Odiel y Piedras | 229 | 175 (76,42%) | - 0,87% |
Cantábrico Oriental | 73 | 57 (78,08%) | - 2,74% |
País Vasco Interna | 21 | 19 (90,48%) | 0,00% |
Situación actual de los embalses en España. Fuente: Embalses.net. |
La cuenca del País Vasco Interna lidera con un 90,48% de su capacidad total embalsada y no ha mostrado variación respecto a la semana anterior. Le sigue la cuenca del Cantábrico Oriental, con un 78,08% de agua embalsada, aunque ha registrado una ligera disminución del 2,74%.
La del Tinto, Odiel y Piedras también muestra un alto nivel de agua almacenada, con un 76,42% de su capacidad y una variación de -0,87%. Las cuencas de Galicia Costa y Cantábrico Occidental tienen porcentajes de 75,29% y 74,90%, respectivamente, aunque ambas muestran significativas caídas, especialmente la del Cantábrico Occidental, con una disminución del 6,53% respecto a la semana anterior.
Las cuencas hidrográficas en peor situación
En contraste, la cuenca del Segura presenta la situación más crítica con solo un 17,19% de agua embalsada y una leve disminución del 0,44% respecto a la semana anterior. La de Guadalete-Barbate también está en una situación delicada, con un 22,23% de su capacidad y una pequeña variación de -0,48%. Le sigue la cuenca Mediterránea Andaluza, con un 25,13% de agua almacenada y una disminución del -0,68%.
Por su parte, la cuenca de Cataluña Interna tiene un 30,87% de agua embalsada, con una variación del -0,74%, mientras que la del Guadalquivir registra un 32,79% de su capacidad embalsada, con una variación del -0,86%.
Lluvias muy irregulares y sequedad extrema del suelo
En las actuales condiciones del terreno, tras los meses de verano climatológico hace que el suelo este necesitado de lluvia y la retenga con cierta facilidad. De este modo, gran parte del agua que cae es absorbida por este antes de que llegue a los cursos de agua o a los embalses. Además, con las situaciones de DANA las precipitaciones suelen ser muy intensas, pero localizadas, por lo que muchos embalses apenas varían sus niveles.
Cuando el suelo está saturado o tiene una mayor capacidad de retención de agua debido a períodos de lluvia previos, es más probable que las lluvias fluyan hacia los embalses y contribuyan a su llenado.
De esta manera y como algo positivo, estas últimas lluvias ayudarán a que las precipitaciones del otoño empapen mejor sobre el terreno y sean más efectivas.