Nuestro estado de ánimo se mide en grados, ¿lo sabías?
Ya lo vimos en las cómicas películas de Ocho apellidos catalanes u Ocho apellidos vascos, donde se reflejan los estereotipos climáticos más frecuentes. Según varias evidencias y estudios científicos, la personalidad y el estado anímico de la gente se ve claramente influenciado por el clima, ¿a qué se debe eso?
Según varios estudios, el clima afecta, y mucho. Nuestra actitud, personalidad y nuestro día a día dependen mucho del ambiente que nos rodea. El clima puede afectar no sólo a los mecanismos fisiológicos del cuerpo, sino también al humor, ¿tendrán actitudes iguales los que viven en Siberia que los de Ecuador? Probablemente no, y os explico por qué.
Al "mal tiempo", menos ganas de todo
Es un saber generalizado que durante los episodios de mucho calor o mucho frío, nuestro estado anímico y las ganas de hacer cosas son bastante diferentes a las que se pueden tener en otoño, primavera o directamente en los días donde las temperaturas son templadas. Y todo eso tiene una razón y explicación.
Ahora mismo en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, las temperaturas apenas bajan de los 30 ºC y las ganas de caminar, pasear y hacer cosas se esfuman con el mercurio marcando a menudo valores tan altos. Os lo comento porque os escribo desde esta ciudad. Durante los episodios calurosos la tensión y la glucosa bajan, por ello nos sentimos sin energía y a veces sufrimos migrañas, alergias y falta de atención.
Según apunta el psicólogo español Miguel A. Rizaldos, en un estudio realizado en la Universidad de Hamburgo, hay una relación entre el clima templado o moderado y el buen estado de ánimo. Aunque tampoco se atreve a establecer rasgos cerrados en la personalidad según cada zona geográfica, puesto que no todas las personas se ven influidas en la misma medida por el clima o poseen un “Trastorno Afectivo Estacional” (TAE).
El clima es el mejor regulador natural del humor
El mejor estado de ánimo se relaciona con las temperaturas moderadas, tanto en los inviernos como en los veranos. Según un estudio publicado en la revista Nature en el año 2017, aquellos que crecieron en ambientes demasiado calientes o muy fríos eran más introvertidos que los que vivían en áreas templadas.
A modo de curiosidad, un equipo internacional de investigadores de varias universidades concluyeron en este estudio publicado en la revista Plos One, que la temperatura ideal para nuestro estado de ánimo sería entre los 20 ºC y 25 ºC. Un resultado extraído después de más de 7 años analizando millones de publicaciones a través de Facebook y Twitter.
¡Somos "meteorosensibles"!
En consecuencia a esto, vemos que no es del todo errado el caracterizar a una población como "gris", ya que el clima tiene influencia sobre el carácter individual y colectivo. También alrededor de 60% de la población somos "meteorosensibles" y mostramos cambios de ánimo ante los fenómenos atmosféricos, ya sea antes de una fuerte lluvia o durante periodos extremos de altas o bajas temperaturas.