España pierde sus tesoros naturales: glaciares en fase terminal y destinos paradisíacos en riesgo
El cambio climático está afectando gravemente a los ecosistemas de España. Glaciares que desaparecen y paraísos naturales amenazados son una señal de alerta sobre la urgencia de proteger nuestro patrimonio ambiental.
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Los glaciares de los Pirineos, los últimos vestigios de la última glaciación, están en una fase terminal según expertos en geografía y climatología. En las décadas más recientes han perdido más del 80% de su superficie, y se estima que en pocos años desaparecerán por completo.
Los glaciares del Pirineo están en fase terminal
El aumento de la temperatura global es una de las manifestaciones más evidentes del cambio climático. Los inviernos cada vez duran menos, las temperaturas son más elevadas y las nevadas pierden entidad y ganan irregularidad.
La conjunción de estos factores hace que la vida de estos glaciares se haya acortado bastante y vayamos dirigidos hacia una desaparición completa, según los expertos. De hecho, en algunos casos ya podríamos hablar más bien de heleros en vez de glaciares como tales.
️ Las imágenes de las grietas del glaciar del Aneto (3.404 m) en 1920 nos muestran el gran retroceso que ha sufrido en los últimos cien años. pic.twitter.com/95qCmKRKNf
— Benasque ️ Info (@Benasque_) October 6, 2021
El mayor glaciar de la Península Ibérica es el del Aneto, y precisamente en estos últimos años se ha deteriorado de forma alarmante debido a las temperaturas anormalmente cálidas. Se han producido unos cuantos accidentes en esta paraje debido al afloramiento de los hielos más antiguos. Veremos cuándo dejará de ser un glaciar como tal, pero es posible que esto suceda dentro de no mucho.
El problema de la regresión costera
Las Islas Baleares, Canarias y la costa mediterránea son algunos de los puntos más afectados por el cambio climático en España, y como todos sabemos estos destinos son conocidos por su belleza natural y biodiversidad. Todos ellos están sufriendo en toda su extensión las consecuencias del cambio climático.
Más que la subida del nivel del mar, el problema en estas zonas son los temporales más extremos. A esto hay que unir el problema de la regresión que sufren numerosos sectores costeros por la falta de sedimentos debido a la destrucción de cordones dunares, la construcción de presas y la aparición de obstáculos transversales en la costa como espigones que interrumpen la deriva litoral.
20 millones de personas tendrán que desplazarse por la subida del nivel del Mar Mediterráneo en el año 2100
Transición Ecológica y Reto Demográfico (@mitecogob) November 20, 2024
Los fenómenos meteorológicos extremos aumentarán al menos un 10% en 2050
Y serán más intensos
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Estudios recientes indican que en los próximos 50 años algunas playas del Mediterráneo podrían desaparecer por completo.
Un mar Mediterráneo cada vez más tropicalizado
Las sequías prolongadas y las olas de calor cada vez más frecuentes afectan a estos entornos y en general a toda la península en mayor o menor medidas en función de sus rangos de temperatura media.
En las Islas Canarias, la desertificación es una preocupación creciente, mientras que en el Mediterráneo la temperatura del agua está aumentando, favoreciendo la proliferación de especies invasoras y la degradación de los arrecifes de posidonia, fundamentales para la salud marina así como abastecer de "combustible" en caso de situaciones de inestabilidad meteorológica acusada, como desgraciadamente sucedió en Valencia hace unos meses.
Impactos en el turismo y la economía
Todo ello supone un impacto inmediato y a medio plazo en el sector turístico, motor económico de muchas regiones y abriendo una oportunidad en otros lugares.
Pero, la pérdida de playas y la degradación ambiental reducen la llegada de visitantes, afectando a miles de empleos y al desarrollo local. Además, el clima está cambiando más rápido que las adaptaciones que están están llevando a cabo los sectores económicos y la administración.