España cambia la hora este fin de semana: ¿será el último cambio obligatorio?

El cambio al horario de verano que se producirá en la madrugada de este domingo puede ser el principio del fin de una rutina que lleva acompañando a los españoles desde hace varias generaciones. La clave está en el BOE.

Este fin de semana volveremos a cambiar de horario, con el consiguiente desajuste para nuestro reloj biológico.

El próximo fin de semana, en la madrugada del domingo 30 de marzo de 2025, España volverá a adelantar sus relojes una hora para dar paso al horario de verano, de manera que, a las 2:00 h peninsular, los relojes se ajustarán para marcar las 3:00 h.

Un cambio que, como viene siendo tradición en los últimos años, viene acompañado del debate sobre la idoneidad de su permanencia.

¿Por qué cambiamos de horario?

El principal argumento para instaurar el cambio de hora es el de la reducción del consumo energético. Al adelantar los relojes en primavera, teóricamente, se aprovecha más la luz natural durante la tarde, reduciendo la necesidad de iluminación artificial.

Pero a pesar de su intención original, múltiples estudios, incluidos los del Ministerio para la Transición Energética, cuestionan la efectividad del cambio de horario en términos de ahorro energético.

Estas investigaciones apuntan a que el ahorro es mínimo o incluso inexistente, mientras que los efectos negativos sobre la salud, como las alteraciones en el sueño o los desajustes en el reloj biológico, son significativos.

España, en un huso horario incorrecto

En España, el cambio de hora se implementó por primera vez en 1918. La medida estuvo inspirada en propuestas como la de Benjamin Franklin, uno de los padres fundadores de los Estados Unidos, quien, en 1784, sugirió ajustar los relojes para economizar en el consumo de velas.

En nuestro país, esta práctica no se adoptó ni entre los años 1920 y 1925 ni entre 1930 y 1936. Y, durante la Guerra Civil, estuvieron vigentes dos horarios diferentes, uno para la zona de cada bando.

Pero, en 1940, el Gobierno de la dictadura de Franco adoptó la decisión de que España tuviera el mismo horario que la Alemania nazi y los países de Europa Central.

Ello, a pesar de que, desde el punto de vista geográfico, la España peninsular debería adoptar el horario de Londres, de donde parte el Meridiano de Greenwich, el llamado Tiempo Universal Coordinado + 0 (UTC +0). Mientras que las Islas Canarias deberían mantener una hora menos respecto a la península (UTC-1).

¿Seguiremos cambiando de horario dos veces al año?

Todo apunta a que el cambio de hora que se producirá este fin de semana no será el último en España. De hecho, oficialmente, tal y como recoge el Boletín Oficial del Estado, el cambio de hora se seguirá produciendo, al menos, hasta 2026.

A partir de entonces, todo es posible. Las evidencias sobre su limitado impacto en el ahorro energético y sus posibles efectos adversos en la salud sugieren que esta práctica podría modificarse en el futuro.

En 2018, la Comisión Europea ya propuso eliminar los cambios horarios estacionales, permitiendo decidir si mantener el horario de verano o el de invierno de forma permanente.

Sin embargo, la falta de consenso entre los Estados miembros ha pospuesto hasta ahora la implementación de esta medida. Así que, de momento, la población deberá seguir tomando medidas para adaptarse de manera saludable a estos cambios de horarios.

Recomendaciones para minimizar el impacto sobre la salud

Este obligado ajuste del reloj dos veces al año puede provocar desarreglos en el ritmo circadiano de las personas, tal y como asegura la Organización Mundial de la Salud (OMS).

¿Los efectos? Alteraciones del sueño, aumento de la siniestralidad en el trabajo y, en algunos casos, incremento del riesgo de empeoramiento de problemas cardiovasculares.

Hay estudios que incluso hablan de un incremento del 5% en los infartos en los tres fines de semana posteriores al ajuste horario.

Por eso, algunos consejos para mitigar estos efectos nocivos son los siguientes.

  • En los días anteriores al cambio es recomendable anticipar gradualmente la hora de acostarse.
  • Si es posible, durante las primeras horas del día conviene exponerse a la luz natural para facilitar la adaptación del reloj biológico.
  • Adaptar poco a poco los horarios para mantener la regularidad del sueño y la alimentación.