¿Es octubre la mejor época para disfrutar de la playa? Esto dice la ciencia
Recién estrenado el mes de octubre, llegan las semanas más esperadas para los que se han reservado unos días de vacaciones. Ahora disfrutarán más que nadie de la playa y los datos lo apoyan.
En España somos unos privilegiados. Tenemos kilómetros y kilómetros de costa que nos permiten disfrutar en verano de lo que millones de extranjeros buscan en nuestro país: las playas. Pero tantos visitantes también convierte en una auténtica odisea encontrar sitio para posar la toalla en la arena en julio y agosto.
Los que no quieren madrugar para encontrar sitio en la playa, suelen retrasar las vacaciones hasta septiembre. Los niños vuelven al cole y muchos volvemos al trabajo, algo que empieza a vaciar las costas. Además, aún hace calor y los días son largos. De hecho, aún se considera temporada alta a la hora de reservar en los hoteles.
Hay pocos que todavía esperan más y dejan para principios de octubre algunos de sus días de vacaciones. Los precios empiezan a ser más asequibles y no hay gente en los destinos. Además, otros factores ambientales están a favor: aún no hace frío intenso, todavía se encuentran bastantes días soleados, el día sigue siendo largo y, sobre todo, el mar sigue caliente.
La capacidad calorífica del agua del mar
Ir a la playa en un día soleado de octubre es un lujo. Dejando a un lado el factor de la poca asistencia de gente, meter el pie en el agua nos recuerda al verano por la agradable temperatura que tiene el mar. A día de hoy, muchas playas mediterráneas de nuestro país están aún a más de 20 ºC.
Por hacer un repaso rápido, en l'Estartit (Girona) está a 21 ºC, en la playa de la Malvarossa (València) a 24, en Cartagena (Región de Murcia) a 22 y en San José (Almería) a 23 ºC, según datos de AEMET. Las aguas de Canarias siguen estando también bastante cálidas, y en estos momentos rondan los 23-24 ºC.
¿Cómo es posible que aún esté tan caliente si no hace el calor del verano? Por la elevada capacidad calorífica del agua. ¿Qué significa esto? Que el agua almacena muy bien el calor en verano y lo mantiene durante meses. Pero ojo, también ocurre lo contrario. Cuando empieza el verano le cuesta mucho calentarse tras unos largos meses de frío.
Esta propiedad del agua la podemos experimentar cualquier jornada de verano. Durante el día, la arena llega a quemarnos los pies y el agua está a muy buena temperatura. Cuando llega la noche, la arena está muy fría, pero el agua sigue a la misma temperatura que durante el día. Esto se debe a que la arena tiene una capacidad calorífica muy baja.
Más fría en el Atlántico y excepciones en el Mediterráneo
En cambio, la temperatura del mar es más baja en Galicia, donde en algunos puntos se han medido registros inferiores a los 16 ºC en los últimos días por afloramientos de aguas profundas. En el Golfo de Vizcaya ronda aún los 20, al igual que en el entorno del Golfo de Cádiz. En cambio, en Málaga está por debajo de los 17 ºC debido también al ascenso de aguas más frías del fondo.
Aplicaciones de esta propiedad del agua
El agua tiene muchísimas propiedades, pero la que hace que conserve tan bien su temperatura favorece que se use principalmente en la refrigeración de máquinas de combustión. No solo en el mundo del motor, sino también en refrigeración de fábricas o de centrales nucleares, por ejemplo.
Otro uso curioso y particular que el ser humano le da desde hace mucho tiempo y que nosotros hemos heredado de nuestras abuelas es la bolsita de agua caliente.
En invierno, si ponemos el agua muy caliente dentro de una bolsa de goma y la metemos dentro de la cama, durante las primeras horas de la noche vamos a estar calentitos. El agua conservará muy bien este calor. No durará toda la noche, pero el tramo en el que aún podemos estar despiertos sí. No hay mayor placer en una noche muy fría que encontrarse algo calentito bajo las sábanas.