¿Es el orégano una hierba "milagrosa" que mejora la digestión, la tos y calma el dolor?
Por alguna razón, cuando hablamos de hierbas y remedios naturales, las redes sociales se convierten en un hervidero de consejos que se empeñan en mezclar ciencia y tradición, como si eso fuese posible. Hoy lo hace con una especia: el orégano.
Ahora les da por esa hierba que hace maravillas en nuestras pizzas. Resulta que últimamente parece haber saltado del plato al botiquín como si fuera el nuevo remedio milagroso.
No te lo creerás, dicen que mejora la digestión, calma el dolor, la tos… y hace que brille el sol. Me gustaría hacer una broma con esto, pero es que hay que saber que también es un abortivo, y eso no hace gracia. Hoy desenmascaramos estos mitos.
Mejora de las digestiones
Comencemos con una de las afirmaciones más extendidas: "El orégano mejora la digestión". Sí, es cierto que contiene compuestos como el carvacrol y el timol, conocidos por sus propiedades antimicrobianas. Incluso hay estudios que sugieren que estos compuestos podrían ayudar a combatir infecciones gastrointestinales causadas por bacterias como E. coli o Salmonella.
Sin embargo, no debemos confundir la capacidad de eliminar bacterias con una mejora la digestión, bueno, ni siquiera tomamos la cantidad suficiente como para eliminar ninguna bacteria.
¿Tienes digestiones pesadas? Lo más probable es que tu problema no sea la falta de orégano, sino factores como la cantidad de fibra, el exceso de grasas o el ritmo de la comida. El orégano puede dar un sabor fantástico a tu ensalada, pero no es un atajo para evitar una indigestión. Fíjate en el alimento, no el condimento.
¿Calma la tos y el dolor?
La tos es otro de los blancos favoritos del orégano. Hay quienes aseguran que tomar una infusión de esta hierba alivia la garganta y reduce los episodios de tos. Aquí es donde la ciencia empieza a tambalearse. Algunos estudios preliminares señalan que el carvacrol podría tener efectos antiinflamatorios, lo que, en teoría, podría ser útil en afecciones respiratorias leves. Pero ¿qué dice la evidencia?
Pues bien, no hay ensayos clínicos sólidos que confirmen que una infusión de orégano tenga un efecto más potente que un vaso de leche con miel, que básicamente hidrata y calma mecánicamente la irritación de la garganta. Vamos, que ninguno de los dos hace nada y la leche está más rica.
Y sobre el dolor, aunque el aceite esencial de orégano se ha investigado por sus propiedades analgésicas en pruebas in vitro o con animales, no existe suficiente respaldo para recomendarlo como un tratamiento para el dolor en humanos.
El lado oscuro: riesgo de aborto espontáneo
Ahora viene la parte más delicada del asunto. El orégano es abortivo cuando se consume en grandes cantidades, por ejemplo, haciendo infusiones para la tos porque no quieres tomar medicamentos, que estás embarazada (por favor, consulta a tu médico antes de probar con algo “natural”).
No es lo mismo una pizca de orégano en la lasaña que beber infusiones concentradas o utilizar aceites esenciales sin control.
Lamentablemente, aquí no estamos ante un mito infundado. Estudios realizados sugieren que ciertos compuestos presentes en el orégano, como el timol y el carvacrol, podrían tener efectos uterotónicos, es decir, capaces de estimular contracciones uterinas. Aunque no hay excesiva literatura científica que confirme esta relación en humanos, existe suficiente base teórica para advertir sobre el riesgo.
No necesitamos convertir cada alimento en una panacea para justificar su consumo. El orégano es una planta maravillosa por su sabor, su aroma y, sí, sus propiedades antimicrobianas en contextos muy específicos. Sin embargo, no es una solución mágica para problemas digestivos, dolores o tos, y mucho menos un remedio abortivo "seguro".
En la época en la que te morías por no comer y no había medicamentos, tenía sentido la frase “que tu alimento sea tu medicina” llevada de forma literal. Actualmente, deberíamos interpretarla como que unos buenos hábitos nutricionales y, en general, de salud, reduce la posibilidad de enfermedades no transmisibles.
De hecho, es casi más importante saber que no tener buenos hábitos de salud como fumar, beber o el sedentarismo, así como una mala alimentación, nos lleva a una reducción en la esperanza de vida y el aumento de enfermedad.
Así déjate de experimentos, que ya hemos evolucionado y usa el orégano como lo que es, un estupendo condimento. Corrijamos entonces el título:
¿Es el orégano una hierba "milagrosa" que mejora la digestión y calma el dolor? Sí.